Capítulo 24

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Miré por la ventanilla del auto hacia el cielo negro, habíamos estado en el auto por casi 4 horas, estaba muy molesta, pero no con Corey, conmigo misma. El hecho de que no me haya molestado ni un poco con Corey fue una de las razones por las que llevamos aquí tantas horas y todavía se niega a conducir. Ya traté de quitarle las llaves, pero por supuesto no lo pude lograr, después de todo, él es mucho más rápido y más fuerte que yo. Debería ser más madura que esto, debería decirle lo que él quiere escuchar y volver a casa. Pero, por alguna razón, no quería hacerlo, ¿qué tonto no?

— ¿Puedes al menos encender la radio? — le pregunté a Corey, sin apartar la vista de la ventana.

— No — respondió y lo miré.

— Oh vamos, esto es ridículo.

— ¿Es lo que crees? — inquirió.

— Sí, eso creo.

— Bueno, no creo que lo sea — aclaró y rodé los ojos.

— ¿Te das cuenta de que puedo salir y caminar a casa en cualquier momento? — comenté.

— Bueno, entonces, ¿por qué no lo haces? — preguntó.

— Porque creo que me detendrías — respondí y él sonrió.

— Tienes razón, yo te detendría — dijo y suspiré.

— Podemos ir a casa cuando quieras, sabes lo que tienes que decir — aclaró.

— No voy a decirlo — afirmé.

— Bien, eventualmente lo harás.

— No entiendo por qué no puedes encender la radio — comenté y él la encendió.

— ¿Feliz? — preguntó.

— Algo — repliqué y tomó mi mano entre las suya.

— Explícame algo.

— ¿Qué? — inquirí.

— Explícame por qué piensas que me amas más de lo que yo te amo, por qué lo tienes en ti — contestó y suspiré

— ¿Por qué tú no me explicas por qué no crees que eso es posible?

— Porque — tomó una respiración profunda — Cómo expreso esto con palabras ... lo que siento por ti es ... es realmente indescriptible, no creo que simplemente pueda explicarte mis sentimientos, el simple hecho de pensar en eso me hace ... quedar sin palabras, ni siquiera creo que "amor" sea la palabra suficiente para expresar lo que siento. No, es mucho más que eso, a veces me siento muy abrumado, no entiendo cómo es posible tener emociones tan fuertes — dijo y suspiró mirando por la ventana, me tomó un minuto decir algo.

— No te merezco — le dije, lentamente se giró para mirarme y se echó a reír.

— ¿No me mereces? — inquirió y asentí.

— Estoy empezando a cuestionar tu cordura, te mereces cualquier cosa y todo, ¡eres increíble!, yo no te merezco — dijo y me reí ligeramente.

— Todo lo que acabas de decir es completamente falso.

— No, no lo es — protestó.

— Sí, lo es.

— No lo es.

— Sí, lo es.

— No, no lo es.

— Si, lo ...

Fui interrumpida por el sonido de mi celular.

— ¿Hola? — respondí.

— Oye Bells, ¿dónde estás? — inquirió Drake.

— Oh, yo, eh, estoy en la escuela — repliqué.

— Pero son después de las 10.

— Sí, lo sé, estoy retenida como rehén.

— ¿Um, por quién estas retenida?

— Por Corey — aclaré y lo escuché reír.

— Está bien, entonces, solo estaba llamando porque mamá y papá estaban empezando a preocuparse.

— Está bien, bueno, espero estar pronto en casa — le dije.

— Muy bien, hablare contigo más tarde.

— Adiós — dije y colgué el teléfono.

— ¿Podemos ir a casa ahora? — le pregunté a Corey.

— Todavía no lo has dicho.

— Y no lo voy a hacer, ¿podemos hacer una tregua? — dije, pero no respondió.

— Podemos hablar de eso en casa, ¿por favor? — dije, mordiéndome el labio inferior y él suspiró.

— Bien, maldito seas tú y tu adorabilidad — murmuró de mal humor.

Contuve una carcajada, arrancó el auto y salió del estacionamiento de la escuela ¡Finalmente!

Forzada a Comprar un Esclavo Vampiro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora