Capítulo 21

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Me quedé estupefacta. ¿Corey acaba de decir que me ama?

— ¿Qué? — le pregunte.

— Te amo — dijo, mirándome nerviosamente.

— Wow ... esto es realmente sorprendente... oh y yo también te amo.

Se rió, me besó en los labios ligeramente y sonrió.

♡♡A la mañana siguiente♡♡

Me desperté con la alarma sonando a todo volumen, intenté encontrar el botón para apagarla. Corey se acercó y la golpeó con la mano, haciendo el molesto el sonido se detuviera repentinamente y luego suspiró.

— Así es como se apaga una alarma — dijo mirándome.

— Bueno, si hubiera podido hacer eso sin lastimarme, lo habría hecho — repliqué y sonrió.

— Entonces ... ¿podemos faltar a la escuela? — preguntó.

— ¿Cómo esperas que aprenda? — inquirí y puso los ojos en blanco.

—Ya eres lo suficientemente inteligente.

— Bueno, tal vez me gustaría ser más inteligente.

— ¿Por qué?

— No es como si prestaras atención en clase ¿Qué es lo que haces todo el tiempo? — dije ignorando su pregunta.

— Pensar — respondió

— ¿Y en qué piensas?

— En ti — replicó, me sonrojé y sonrió — Te amo.

— Y es por eso que vas a ir a la escuela conmigo — aclaré.

— Ugh, bien. Me vas a obligar.

— No seas tan dramático. Sabes, eres realmente inmaduro para tu edad.

— ¿No es por eso que me amas?

— Es una de las muchas razones — respondí y él sonrió.

Me levanté de la cama y me dirigí al baño.

— Deberías usar tu camisa de Transformers para ir a la escuela — comentó Corey y me reí.

— No lo creo.

— ¿Por qué no?

— Aunque usaré mi camisa de Batman — dije.

— ¿Tienes una camisa de Batman? — inquirió.

— Sí.

— ¿Te la pondrás?

— Por supuesto.

Entré en el baño y tomé una ducha, después de ducharme, fui a mi armario, me puse unos jeans negros y mi camisa azul marino de Batman, me puse un par de tenis negros y salí del vestidor. Corey me miró y sonrió.

— Creo que esta me gusta incluso más que los Transformers.

Me reí, Corey caminó hacia el baño y unos momentos después escuché el sonido del agua cayendo en la ducha. Me senté en la cama y suspiré, sonreí para mí misma, tengo tanta suerte de tener a Corey, ¿qué haría sin él? Ni siquiera puedo imaginar que mi vida sin él.

Me levanté de la cama y bajé las escaleras hacia la cocina, donde me preparé un vaso de jugo de naranja ya que no tenía ganas de desayunar.

Drake entró en la cocina.

— Oh, que bien, te encontré antes de que te fueras a la escuela, tu auto está arreglado — dijo lanzándome las llaves, traté de atraparlas, pero fallé miserablemente.

—Bien — dijo Drake.

Sonreí tímidamente y recogí las llaves del suelo.

— Entonces, ¿dónde está Corey? — preguntó.

— En la ducha — le respondí y él asintió.

— Debes estar sintiéndote mejor — comentó.

— Sí, me siento bien.

— Que bien, eso es bueno. Entonces ... ¿cómo estás con Corey?

— ¿Qué quieres decir? — pregunté y se encogió de hombros.

— Me contaste sobre la pelea que tuvieron en el auto, solo me preguntaba si habrías resuelto los problemas — aclaró y sonreí.

— Sí, lo resolvimos.

Levantó las cejas ante mi tono. Corey entró a la cocina.

— ¿Estás lista? — preguntó.

— Sí — dije girando las llaves del auto en mi dedo.

Seguí a Corey con una última mirada hacia Drake, salimos y vi mi auto estacionado al lado de la casa, sonreí y corrí hacia él, envolviendo mis brazos alrededor del brillante automóvil.

— Ah, te extrañé — dije.

— Lo extrañé tanto — oí a Corey decir y lo miré.

— Yo conduciré — comenté.

— Oh no, no, no, yo conduciré — protestó.

— No, yo lo haré.

— No lo creo.

— Bueno, yo creo que si — dije sosteniendo las llaves.

— Puedes conducirlo mañana — replicó.

— No, tú puedes conducirlo mañana.

Nos miramos el uno al otro por un minuto hasta que Corey suspiró.

— Bien, tú ganas — dijo, sonreí triunfalmente y comencé a caminar hacia el lado del conductor.

— Espera — agregó, me detuve y me di la vuelta para enfrentarlo.

— ¿Qué pasó? — pregunté.

— ¿Me puedes dar un beso? — inquirió con una sonrisa y caminé hacia él.

Envolví mis brazos alrededor de su cuello y lo besé, luego él envolvió sus brazos alrededor de mi cintura. Después de un minuto escuché a alguien aclararse la garganta, nos apartamos y vi a mi papá parado detrás de nosotros con una expresión de disgusto en su rostro.

— Arabelle, ¿puedo hablar contigo un minuto? — me preguntó y asentí.

— Sí.

Comenzó a caminar de regreso a la casa esperando que yo lo siguiera, me mordí el labio con nerviosismo y lo seguí, miré a Corey, parecía algo preocupado. Seguí a mi padre a su oficina y me senté en una silla. Respiré hondo, espero que no esté enojado...


Forzada a Comprar un Esclavo Vampiro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora