Forzada a Comprar un Esclavo Vampiro

Capítulo 50

Me paré y me recargué contra la pared con mis manos entrelazadas en mi cabello mientras mis ojos estaban cerrados con fuerza. Sentí una oleada abrumadora de emociones; ira, tristeza, arrepentimiento, culpa y más ira. Lamenté decir que no amaba a Corey, de hecho, lamenté decir la mayoría de las cosas que había dicho en la última media hora. Mi mente seguía repitiendo la expresión de su rostro cuando dije que no lo amaba, la mirada de dolor en sus ojos brillantes hizo que me doliera el corazón

Después de unos minutos, mis emociones se desvanecieron lentamente y se convirtieron en una molesta sensación de irritación, no estaba segura de por qué razón estaba irritada, creo que solo por la vida en general. Ya no me arrepiento tanto de haber dicho eso, en realidad, no quería arrepentirme, él se lo merecía, estaba siendo un imbécil y quemó mi maldito auto. Pensar en eso hacía que la ira me picara la piel.

Además, él fue quien rompió conmigo, y ¿qué si ya no lo amo? ¿Por qué él esperaba que fuéramos amables el uno con el otro y que siguiéramos locamente enamorados? Rompió conmigo el día de nuestra boda y está actuando increíblemente celoso de que me guste Reaver, lo que en mi opinión no tiene ningún sentido. Tengo derecho a estar un poco enojada, ¿no? Bueno diablos, ¿qué importa?, ya lo estoy.

Mientras me pasaba las manos por el cabello, vi el tatuaje en mi brazo ¿Por qué dejé que Drake me convenciera de hacerme esa maldita cosa? Desesperadamente quería deshacerme de él para que mi piel quedara limpia, sin tatuajes y sin ningún rastro de su nombre.

En medio de mi angustia, caminé hacia el baño y abrí el grifo del lavabo, tomé un poco de jabón y traté desesperada e infructuosamente de quitarme la tinta negra de mi brazo, aunque en el fondo de mi mente sabía que este era un esfuerzo estúpido y desesperado.

Seguí frotando mi piel con fuerza para tratar de borrar el nombre, usando grandes cantidades de jabón y mis uñas. Podía escuchar débilmente mi celular sonando desde mi habitación, pero en ese momento estaba demasiado perdida en mi estado de impotencia como para darle algo de atención al agudo sonido.

Cuando sentí que mis ojos se llenaban de lágrimas, parpadeé para apartarlas. Mi brazo me picaba mientras lo rascaba con mis uñas repetidamente. Hice esto durante varios minutos, durante este tiempo, mi celular continuaba sonando sin parar. Finalmente me di por vencida y alejé mis dedos del tatuaje, viendo el agua correr un color rojo diluido de la sangre de mi brazo.

Realmente no había pensado en el dolor, incluso cuando comencé a ver la sangre brotar por los rasguños, continué haciéndolo. Ahora mi brazo era un desastre, pero, aun así, el tatuaje todavía estaba allí. Me quité el jabón, ya que este me ardía, y me limpié el brazo mientras más sangre salía lentamente de los rasguños.

Me tomé un momento para respirar profundamente y luego comencé a escuchar el sonido de mi celular de nuevo. Salí del baño a mi habitación, dirigiéndome hacia donde estaba mi celular y respondí sin mirar al identificador de llamadas.

— ¿Qué? — dije, mi voz sonaba agotada.

— ¿Bells? — escuché a Mary decir desde la otra línea y suspiré.

— Si.

— ¿Qué está pasando? He estado tratando de contactarte desde que escuché que la boda fue cancelada.

— No he tenido mi teléfono encendido, lo siento.

— Entonces, ¿qué pasó? Me refiero a la boda, todos hablan de que tú y Corey ya no se van a casar ¿Es eso cierto?

— Si — le respondí amargamente.

— Oh... ¿qué pasó? Eso fue tan inesperado...

— Rompió conmigo.