Forzada a Comprar un Esclavo Vampiro

Capítulo 12

Me desperté con el sonido de mi teléfono celular, me encontraba debajo de las sábanas con mis brazos envueltos alrededor de Corey. Me di la vuelta y me acerqué a la mesita de noche para buscar mi teléfono con los ojos aún cerrados.

Después de un momento lo encontré y respondí con un incoherente "¿Hola?"

— ¿Arabelle? — la voz de mi madre sonó.

Me acosté de espaldas y abrí los ojos para encontrarme con una habitación poco iluminada. Las cortinas negras estaban cerradas y una luz gris alcanzaba a salir de ellas. Miré a reloj para confirmar mis pensamientos de que era temprano en la mañana.

— Si — respondí.

— Te llamo para avisarte que tu padre y yo vamos a casa hoy, estamos preparándonos para abordar un vuelo en unos minutos, también tu hermano irá a casa hoy, así que estará allí pronto.

— Bien — repliqué mientras bostezaba.

— Parece que te acabas de despertar, ¿no deberías estar preparándote para ir a la escuela?

— Me tomaré el día libre — comenté, pero más bien como una semana. Ella solo suspiró.

— Habláremos de esto cuando llegue a casa, tengo que irme.

— Muy bien, adiós madre.

— Adiós — se despidió mi madre.

El teléfono se quedó en silencio y lo puse de nuevo sobre la mesita de noche. Me puse las mantas sobre la cabeza y volví a abrazar a Corey.

— ¿Quién era? — le oí preguntar.

— Era mi madre, va a volver hoy — respondí.

— Ah ya.

Casi me había vuelto a dormir cuando de pronto mi teléfono sonó de nuevo.

— Qué demonios — me quejé quitándome las sábanas de encima y volví a agarrar el teléfono.

— ¿Hola? — respondí sentándome en la cama.

— Hola Bells — me respondió la voz de mi hermano.

— ¿Drake? — inquirí.

— ¿Quien más? — respondió.

— Hola, ¿por qué me estás llamando? — le pregunté.

— Para que me abras la puerta, me estoy congelando aquí afuera.

— Ah, espera, ya voy — dije, colgué el teléfono y lo arrojé sobre la cama.

— Vamos — le dije a Corey.

— ¿Qué? — inquirió y me levanté de la cama.

— Mi hermano está aquí.

— ¿Tu hermano?

— Si, ¿no te dije que tenía un hermano?

— No.

— Ah, debí haberlo olvidado.

— Oh Dios mío — comentó Corey.

— ¿Qué? — inquirí.

— Son las seis de la mañana — respondió y puse los ojos en blanco.

— Vamos Corey.

Me acerqué a su lado de la cama y agarré su mano tratando de levantarlo de la mano.

— Eres tan débil — dijo Corey y se rió.

Se levantó de la cama y bajamos las escaleras tomados de la mano, me sorprendió ya que pensé que retiraría su mano, pero en lugar de eso entrelazó sus dedos fuertemente con los míos. Oculté mi sonrisa mientras caminaba hacia la puerta y abría las cinco cerraduras con la mano que tenía libre. Abrí la puerta y vi a mi hermano parado allí con una sonrisa en su rostro.

— Hola Bells — dijo caminando hacia adentro.

- Hola - respondí.

Drake miró a Corey y a nuestras manos entrelazadas y levantó las cejas.

— ¿Quién es él? — preguntó Drake.

— Él es Corey — respondí.

— Oh, ¿es él vampiro del que me habló mi madre?

— Si — respondí.

— Oh, bueno, es un placer conocerte Corey, soy Drake — dijo y Corey solamente asintió.

— Voy a dejar mis cosas en mi habitación, ¿podrías hacer un poco de café?, solo he dormido dos horas.

— Claro — dije sonriendo.

Drake subió las escaleras hacia su habitación, entré a la cocina y encendí la cafetera que ya había preparado antes de dormir para que estuviera lista a la mañana siguiente. Drake entró a la cocina y se sentó en un banco.

— ¿Ya sabias que tendremos una cena con los Callahan? — comentó Drake.

— No — respondí.

— Hoy a las ocho.

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Estaba vestida con un vestido negro que llegaba a mis rodillas, la parte superior parecía un corsé y la parte de abajo fluía con encaje de color rojo y negro. Tenía unos tacones color rojo oscuro que combinaban perfectamente, traía un brazalete negro y unos guantes de encaje color negro. Mi cabello negro estaba rizado y mis ojos color café claro estaban cubiertos de sombras color rojo, delineador negro y rímel.

Estaba sentada en mi cama pintándome las uñas de color negro y Corey estaba en el baño.

— Bueno, ¿qué opinas? — preguntó Corey.

Levanté la vista, Corey vestía un pantalón negro, una camisa de vestir de manga larga color negro y una corbata roja junto con unos zapatos de vestir color negro.

— Te ves impresionante, como de costumbre — comenté, coloqué la botella de barniz sobre la mesita de noche y me puse de pie.

— Wow... — dijo Corey.

— Lo sé, estos zapatos son impresionantes — dije y él rió.

— ¿Están listos para irse? — preguntó Drake entrando a la habitación.

— Si — respondí.

— Está bien, vámonos — dijo Drake.