Me froté las sienes suavemente, tratando de despejar mi mente desordenada y dolorida. Estaba acostada en la cama de mi habitación de hotel en Nueva York, con el edredón de marfil envuelto a mi alrededor mientras descansaba mi cabeza sobre las almohadas. Las cortinas estaban cerradas para evitar que entrara el sol de la tarde. Mi sensibilidad al sol había aumentado y tenía la sensación de que mi transformación a vampira estaba llegando a su máximo esplendor. Mi garganta estaba seca, ni siquiera sabía cómo describir el sentimiento, solo deseaba que desapareciera. Me dolía mucho la cabeza, me sentía mareada y débil. Esperaba que esto terminara pronto. Corey se sentó en la cama a mi lado, haciéndome abrir los ojos de nuevo.
— Sé cómo hacerte sentir mejor — dijo, mirándome.
— ¿Cómo? — le pregunté incrédula.
Me ofreció la taza blanca que tenía en sus manos.
— Al beber esto — replicó y eché un vistazo al líquido oscuro en la taza.
— ¿Café? — inquirí y él asintió.
— Mmm, está bien.
La tomé y me senté. Puse la taza de vidrio en mis labios y tomé un sorbo, dejando que el líquido se deslizara por mi garganta. Tan pronto como tocó mi lengua algo dentro de mí estalló. No sabía exactamente a café o, al menos, yo no había probado ningún café así antes.
— Mmm ... — comencé — ¿Qué tipo de café es este?
— Es una mezcla especial — respondió y sonrió.
— Pequeño demonio — comenté, mirándolo — Le hiciste algo.
— ¿Qué? — cuestionó y soltó una carcajada — No le hice nada.
Sonaba convincente pero no podía olvidar el hecho de que él era un mentiroso extremadamente bueno.
— Estás mintiendo — acusé, sin ninguna certeza real.
— Lo prometo — declaró, colocando su palma sobre su corazón que no latía — No miento.
— No beberé esto — mencioné, empujando la taza hacia él.
— ¿Por qué? ¿No sabe bien?
Pensé en el sabor y sentí un intenso anhelo por beber más.
— ¿Qué demonios tenía eso? — pregunté.
Puso su mano sobre la taza, moviéndola de regreso a mis labios y sus ojos miraron los míos con un brillo diabólico en ellos.
— Bébelo — instó.
— No — dije y me recosté.
— ¿No quieres sentirte mejor?
Su voz y ojos se suavizaron, mostrando su lado cariñoso.
— Por favor, cariño, tómalo. Quiero que te sientas mejor — declaró.
Pasó una mano sobre mi cabello y lo miré a los ojos, parecía tan inocente en comparación con hace tan solo quince segundos. Mi negativa se debilitó considerablemente y no pude decir que no otra vez.
¿Qué demonios acabas de hacer? — consulté, tratando de encontrar la voluntad para apartar mi mirada de sus ojos.
— ¿De qué estás hablando, cariño? — inquirió y alcé una ceja.
— ¿Por qué estás siendo tan... agradable... y... cariñoso?
— Bueno — comentó y soltó una carcajada — Te amo. Por supuesto que voy a ser agradable contigo.
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Forzada a Comprar un Esclavo Vampiro
VampirosArabelle es forzada a comprar un esclavo vampiro, incluso cuando ella detesta tener esclavos. Esto es lo qué pasa cuando tienes un esclavo vampiro y te enamoras de él. (Historia Traducida con permiso del Autor: vaduva), (Título Original: "Forced to...