Capítulo 32

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Decir que tuve muchos problemas cuando mis padres llegaron a casa sería... una exageración. Había esperado mucha más disciplina de la que realmente recibí, en realidad, me había estado preparando desde que entraron por la puerta de nuestra lujosa casa.

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Sentía que ya había estado en esta oficina demasiadas veces en los últimos meses, las paredes de color granate estaban cubiertas con las pinturas favoritas de mi padre y había dos escritorios grandes que estaban acomodados uno al lado del otro, la habitación siempre olía a papel.

Me senté en la silla color bronce una vez más, mirando a mis padres mientras estaban frente a mí, mi padre se apoyó en su escritorio y mi madre estaba parada a unos metros de él, ambos mirándome directamente. Me recargué en el respaldo de la silla y crucé las manos sobre el estómago, con una leve sonrisa en el borde de mis labios.

Esta vez mi padre, a diferencia de muchas otras ocasiones, estaba muy relajado.

— Adelante — le dije.

— Ni siquiera sé por dónde empezar — comenzó — ¿Por qué no comenzamos con por qué rayos hiciste eso?

— Creo que ya sabes por qué — aseguré — Quiero decir, tú has visto lo que ha sucedido en las últimas semanas y también lo que sucedió hoy. Bueno, no estoy segura si escuchaste lo que dijo ese tipo ...

— Pero ¿realmente consideras que fue necesario quejarte en una iglesia llena de gente? — cuestionó y me encogí de hombros.

— Simplemente resultó que ya había soportado suficiente, realmente no pensé mucho en ello y simplemente lo hice.

— Bueno, la prensa tendrá un gran día gracias a todo esto. Te has vuelto muy famosa en las últimas semanas — declaró y me reí secamente.

— Sí, lo sé.

— La próxima vez, Bells, guarda tus palabras y habla conmigo primero. Podemos encontrar otra forma de expresar tu frustración — mencionó y asentí.

Me sorprendió mucho lo tranquilos que estaban, tal vez fue porque yo estaba calmada... No lo sé, pero aun así esperaba algo más que esto, pensé que iban a estar gritando, pero ni siquiera alzaron la voz.

— No es que no tengas derecho a estar harta de todo esto, pero tu sabías en qué te metías cuando lo anunciaste. No me digas que no puedes manejarlo ahora — habló de nuevo mi padre y negué con la cabeza.

—No, claro que puedo. Solo me enojé, eso es todo.

— ¿Estás segura de que esto vale la pena? — preguntó mi madre — ¿Estás seguro de que él vale la pena?

Aparté el tono dulce de su tono de voz porque sabía exactamente lo que quería decir y sí, era un insulto para Corey.

— Estoy más que segura, ni siquiera necesito pensar en eso. Esto no es una elección, no hay opciones aquí, lo amo más que a nada y haré cualquier cosa para estar con él. Por si aún no te lo he dejado claro — repliqué y ella suspiró — ¿Puedes por una vez mirarlo como una persona y no como un vampiro? ¿Puedes intentar entender que lo amo?

Se miraron el uno al otro.

— Eso es mucho pedir — declaró mi madre.

— No creo que lo sea — afirmé — Al menos no lo sería si no tuvieran una opinión jodida del mundo.

— Controla tu lenguaje — me regañó y puse los ojos en blanco.

Escuché a Drake reír en voz baja desde la esquina de la habitación y mi papá lo miró.

Forzada a Comprar un Esclavo Vampiro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora