Capítulo 58

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Seguí a Corey, caminando a su lado mientras bajaba las escaleras a toda prisa.

— ¿No puedes qué? — consulté — ¿No puedes decirme?

— Exactamente.

— Bueno... ¿puedes intentarlo?

— No.

Llegó a la puerta principal y tuve que detener el cierre de esta después de que él salió.

— En serio, Arabelle, no importa.

De repente se detuvo en frente del porche, haciéndome casi chocar con él, pero me detuve a tiempo.

— Si importa y si no me lo dices haré que Drake lo haga, así que de cualquier manera voy a averiguarlo — comenté.

Suspiró, metiendo la mano en el bolsillo para sacar una caja de cigarrillos.

— ¿De dónde sacaste eso? — le pregunté, desviándome del tema por un momento.

— Drake — respondió, colocando un cigarrillo entre sus labios.

Asentí, viéndolo encenderlo.

— Entonces, ¿vas a decirme o tendré que preguntarle a Drake? — inquirí y él exhaló el humo de cigarrillo.

— No quiero que te enfades.

— Bueno, ya estoy enfadada porque no me lo quieres decir.

— Confía en mí, te enfadarás mucho más si te lo digo — reclamó con firmeza.

Se hizo un nudo en mi estómago y exhalé pesadamente.

— Solo por favor, dime. La ansiedad me está matando.

— Bien — dijo y arrojó el cigarrillo — Ayer, cuando Drake y yo volvimos, yo... tuve una confrontación con Nick...

Me mordí el labio.

— ¿Es solo eso? — cuestioné.

— No. Él, eh... Ay, Dios, no puedo hacer esto.

— No, por favor, continúa — pedí.

Mis músculos estaban tensos.

— No sabía que tenías un sótano — afirmó.

Eso envió una sensación de temor a través de mí. Ya no usábamos el sótano, pero mis padres solían usarlo cuando tenían esclavos, lo usaban para torturarlos. Pero eso fue antes de que yo naciera, solo había estado allí una sola vez. Tenía la garganta apretada.

— ¿Te lastimó? — consulté y él asintió.

Tragué saliva, sintiendo mis ojos humedecerse.

—¿Por qué no hiciste algo?

— Sabes muy bien que no podría haber hecho nada. Si hubiera luchado, había sido cien veces peor. Lo sabes.

— ¿Qué tanto te lastimó? — pregunté, temiendo la respuesta.

— ¿De verdad quieres saber? — inquirió y asentí.

Levantó su camisa para revelar su estómago, el cual estaba cubierto de profundos cortes y moretones de aspecto horrible. Cerré los ojos y puse la cara entre mis manos. Sentía que me iba a romper y comenzar a llorar desconsoladamente, aunque creo que eso ya era seguro que iba a suceder. Sentí que Corey colocaba sus manos sobre mis hombros.

— Esto no fue tu culpa — declaró y lo miré con lágrimas en mi cara.

— ¿Cómo no lo fue?

Forzada a Comprar un Esclavo Vampiro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora