Un Amor Verdadero ♥© (#1)

Fraude/Problemas en el Paraíso

—¿Y tu padre?

—De seguro le harían pensar que Haniel los leyó e hicieron que lo firmara.

—Es un fraude todo esto.

—Tal vez lo sea... —Susurro, tomando el documento entre mis manos. Debía averiguar lo antes posible.

...

Los minutos pasaban, en los cuales me sentía cada vez más ofuscado, necesitaba hablar con mi padre y Haniel sobre este asunto de la firma de documentos, era inaudito que mi padre haya firmado esto sin leer.

—Dilan calma, harás un hueco en el escritorio. —Comenta con burla. Presiono más el bolígrafo contra la hermosa madera caoba del escritorio, sin importar que se dañara o no.

—La reunión se está tardando más de lo debido. —Mascullo entre dientes, pues la reunión ya iba para tres horas, en la cual yo me encontraba a cada minuto inquieto.

—De seguro ya terminaran. ¿Qué tanto pueden tardar hablando? —Arquea una de sus cejas.

—Oh, Fly. Debes aprender más de empresa.

—Tranquilo, ya estoy estudiando eso, tarde o temprano me tocará suplantar a mi padre. —Espeta jugando con la cajitas de clics en mi escritorio.

>>No es mío, es de Haniel<<

Me digo internamente.

Suelto el bolígrafo en el escritorio, al momento de ver como los inversionistas y líderes de la reunión salían de la sala de juntas. Frunzo el ceño al ver la sonrisa socarrona de Marcos, mientras su mirada se posa en la mía.

Es un maldito.

Me levanto de mi asiento, siento que Fly hace lo mismo y se sitúa a mi lado.

—Hay que ir a hablar con ellos, preferiblemente que Óscar y Marcos lo estén. —Escucho cada una de sus palabras, mi amigo aunque es tonto, a veces tiene buenos planes. Asiento tomando los documentos en mis manos, saliendo de la oficina.

El calor del pasillo da de lleno en mi rostro, frunzo el ceño, sin importarme ese pequeño y minúsculo detalle. No objetivo es llegar al frente del muñequito de torta lo antes posible.

Marcos me observa aun sin moverse de su lugar, el cual es la puerta de la sala de juntas.

—Vaya, ¿Qué nos trajo la marea hoy? —Habla en forma de burla, sacándome un gruñido de mi boca. Es que si no hubiera nadie por los alrededores, ahora mismo le estuviera borrando esa sonrisa de sus labios. —Batman y su fiel ayudante, Robín.

Escucho como Fly gruñe con molestia.

—Y tenemos aquí a Marcos... ¿Ya conseguiste a tu mamá? —Se burla mi amigo rubio, el que no ha visto la serie animada Marco, no entenderá la referencia. Y al parecer el muñequito de torta no lo ha visto, porque hace una mueca al escucharlo.

Vaya idiota.

—Creo que estas lo suficiente mayor, como para estar haciendo estos jueguitos infantiles, Marcos. —Comenta Fly.

—Y tú, ¿Ya dejaste de ser un patético mujeriego? —Sus palabras bastaron para que Fly quisiera lanzársele encima.

—Idiota. —Mascullo.

—No más que tú. —Suelta una risa burlona. —Tus acciones demuestran quien eres. Embarazar a mi ex, que patético de tu parte...

Le podía permitir sus insultos, pero jamás que hablará de Dandelion y nuestro bebé. Hago puños mis manos, sintiendo la impotencia recorrer mi ser, me estaba conteniendo, pero ya no podía. Tomo una gran bocanada de aire, al momento de acercarme a él de forma amenazante. La tensión entre los dos se podía sentir a kilómetros de distancia.