Confusión

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No puedo creer, si me fueran dicho que Dandelion tiene el mismo parecido que su madre. No lo creería, pero sin embargo aquí estoy parado frente a la madre de Dandelion, con la boca abierta, mirándola con cara de bobo.

Al principio creí que estaba viendo mal pero no era así. La señora Sprint es la viva imagen de su hija. Mismo color de cabello, mismo rasgos físicos, cuerpo. Claro que sus facciones la hacen ver mayor pero aun así su parecido es increíble. Y para ser una señora que ha estado trabajando por muchos años se mantiene sumamente joven, con una mirada dulce y compasiva.

—¡Dandelion hija...! Tiempo sin verte. —Exclama la señora Sprint con una voz cantarina abrazando a mi novia.

Wao, se oye bien. Mi novia.

>Mi novia<

¡Concéntrate Dilan...!

Dandelion le devuelve el abrazo a su madre con mucha alegría, al momento de besar su mejilla con amor.

—Mamá cuanto te extrañe. —Yo solo veía la escena con algo de resentimiento, sintiéndome un poco incómodo ya que este tipo de escena me recuerda cuando mi madre aún vivía. Los recuerdos llegan a mi mente de un momento a otro. Muerdo mi labio con fuerza.

—Oh... ¿Pero quién es este chico tan guapo que está a tu lado? —Lleva su mirada hasta donde me encuentro con una sonrisa surcando sus finos labios.

Dandelion me mira nerviosa y yo le muestro una pequeña sonrisa, últimamente nada rara en mí. Al parecer Haniel tenía razón, Dandelion me estaba cambiando para bien.

—Hmm, mamá ¿Recuerdas del chico que te hable el otro día por correo? —Se nota nerviosa no le parece fácil hablar con su madre de este tema, o es lo que logro apreciar en este momento. Pero lo importante es que Dandelion ha hablado de mí con su madre.
Me quedo asombrado y petrificado aun en la puerta de la pequeña pero acogedora casa. Perfecta para dos personas, el olor hogareño impregna en mis fosas nasales.

—Pues claro que si hija, como no acordarme si me hablas maravillas de ese chico.

—¡Mamá...! —Susurra bajo, con un leve rubor en sus mejillas, pero la pude escuchar desde mi lugar. Sonrío para mis adentros. ¿Así que, Dandelion ha hablado con su madre sobre mí?

—No me digas que te da vergüenza ahora. Por favor Dandelion... —Me adentro a la casa ya que noto que la señora Sprint me hace señas para que entre. Al estar ya adentro de esta me siento en un pequeño sofá junto a Dandelion.

—Aguarda hija iré por un poco de té; para hablar más a gusto. —Inquiere cuando nota que Dandelion está roja de la vergüenza.

Mi suegra. –Se escucha algo raro. Suegra- Entra en una puerta que esta al fondo que supongo es la cocina, dejándonos a los dos solos. Noto que Dandelion trata de regular su respiración, apartando su mirada de la mía, es curioso que se comporte de este modo.

Se supone que es algo normal, el que se presenten los novios delante de sus respectivos padres. Aunque no puedo decir lo mismo de mi padre y la madre de Dandelion. Una reacción totalmente diferente.

—Perdona a mi madre, ella es un poco...

—Descuida. Amigable... —La interrumpo mirándola con una sonrisa en los labios. —... Sabes algo, por alguna extraña razón llegue a pensar que era tu gemela perdida. —Bromeo con ella para bajar la tensión en el ambiente.

—No seas payaso... Winter. —Me golpea en el hombro, y a pesar de que lo hizo en broma me dolió un poco. Mi chica tiene fuerza.

—Sabes que te amo. —Suelto sin darme cuenta. Ella recuesta su cabeza en mi hombro y suelta un suspiro con los ojos cerrados.

Un Amor Verdadero ♥© (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora