Te Necesito, no me dejes por favor

772 51 97
                                    

—¿Qué sucede amor? —Pregunto con preocupación.

—Dilan...

—Dandelion por favor.

—Estoy embarazada.

Solo era eso, estaba emba... No, no... No puede ser. Ahora sí que estoy jodido.

 ...

—Estoy embarazada...

Dos frases, una oración demasiado corta pero con un gran peso encima, un peso que ahora recargaba entre los dos. Abro mis ojos desmesuradamente al reaccionar ante la noticia. Me esperaba cualquier cosa que proviniera de sus labios, excepto esto.

—Pe-Pero yo siempre...

—No siempre. —Niega, haciendo que me apartara de arriba de ella. Me dejo caer a su lado, aun sin poder creer sus palabras.

La noticia me ha caído como una patada al hígado. Esto debe de ser una broma, si claro. Es eso, Dandelion no puede estar embarazada, ¡ya sé! Es el día de los inocentes. Sí, lo es.

Saco mi celular de mi bolsillo, buscando el calendario, notando al instante que, el día de los inocentes fue hace una semana. Maldigo mi mala suerte.

Cuando pienso que todo se va arreglando en mi vida, Dandelion me viene a salir con esto. Llevo mi mirada hasta ella, sollozaba en su lugar, abrazándose de una de las almohadas de la cama, su cuerpo temblaba sin control alguno, sus sollozos se escuchaban a pesar de que trataba de acallarlos contra la almohada. Miles de ideas llegaron a mi mente en estos momentos. Como pude ser tan idiota de no usar preservativo cuando estaba con ella, siempre lo había hecho. ¿Por qué ahora no?

¿Oh, será porque quería meter tu miembro en sus paredes húmedas?

No era momento de que mi sub consiente me reprochara, estaba consciente de la gravedad de la situación en la que nos habíamos metido. Me levanto de mi lugar, pasando mis manos entre las hebras de mi cabello, caminando de un lado al otro. Suelto un resoplido. Debía pensar todo con cabeza fría.

—¿Fuiste al doctor? —Es lo primero que se me viene a la mente. Cabía la posibilidad de que solo fuera un retraso.

Ella eleve su mirada cristalizada hasta donde me encuentro, sorbe su nariz negando.

—No, me hice una prueba casera, he sentido nauseas, y he estado muy cansada. Las chicas del restaurante me dijeron que podría tratarse de un cansancio momentáneo, por el trabajo y la escuela. —Susurra bajo mordiendo su labio. Cabía la posibilidad de que fuera eso. Pues Dandelion trabajaba en el restaurante que María, la chica que fue a cocinar para la fiesta de mi padre, le había recomendado. Estar en la cocina implicaba una gran concentración, ir venir, cocinar miles de platillos. Tal vez era eso.

Me negaba a creer que ella estuviera embarazada.

—¿Qué haremos si es positiva? Dilan, mi madre me matara...

—Primero, hay que confirmar. —Me acerco a ella, colocándome de rodillas en el borde de la cama, tomo su mano con delicadeza y la beso. —Te confieso, que la noticia no me calló para nada bien. —noto como ella baja la mirada llena de miedo.

—Dilan... ¿Me dejaras? —Pregunta en un hilo de voz. Dios... Estoy entre la espada y la pared, ¿Qué hacer cuando te enteras de que has dejado embarazada a una chica?

...

...

¡Exacto! No sabía que carajos hacer ante la situación.

—Debemos confirmar...

—¿Y qué pasa si es positivo, Dilan? ¿Me dejaras? —Aparta su mano de la mía con brusquedad. —¡Dilan yo no pedí esto! Estoy a punto de ser madre con tan solo dieciséis años, a solo unos cuantos meses de los diecisiete. ¿Qué crees que dirá mi madre? ¿Qué dirá tu padre? Como si ya no hay mucho de qué hablar de mí. —Frunce el ceño, aguantando las lágrimas que amenazaba con derramar de sus hermosos ojos.

Un Amor Verdadero ♥© (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora