Un Amor Verdadero ♥© (#1)

Acercamiento.

Pasé toda la tarde y el resto de la noche tratando de poner en orden mis ideas para poder decirle a Dandelion lo que siento por ella.

¿Cuánto me tomo aceptar esto?

A ver... Desde que me fui de la habitación de mi hermano. Todo lo que me dijo me dejo pensando mucho, así que cenamos y cada quien se fue a hacer sus cosas, Haniel me imagino que estará observando la fotografía de Hanna desde su laptop y Dandelion debe de estar limpiando. Esa mujer nunca se cansa, la casa puede estar perfectamente pulcra, pero aun así ella insiste en limpiar, comienzo a creer que es una limpiadora impulsiva.

Niego, apartando esos pensamientos de mi cabeza, que más daba si lo era, ella era feliz de ese modo y no seré yo quien se lo reproche.

Me encontraba muy pensativo a mi parecer, sobra con decir que en toda la cena estuve ausente. Mi cuerpo estaba allí pero mi mente estaba divagando por otra parte, o específicamente pensando en lo que decir a Dandelion.

Confundido. Totalmente confundido. Así es como me encontraba y no sabía otra palabra más clara para poder describirme.

Esto es más difícil de lo que creí.

...

No soy consciente de que ya es de mañana hasta que suena el despertador y me saca de mis pensamientos, vuelvo mi mirada al ruidoso aparato notando que son las 9:00 am. La mañana había llegado tan de prisa, dejando que los rayos del sol bañaran la habitación, me la pase dando vueltas en la cama, con un pensamiento el cual no lograba aclarar del todo.

El que decirle a Dandelion.

Nunca pensé que me encontraría en una situación similar a esta. Era frustrante no conseguir lo que quería con tal rapidez. No todo en la vida es fácil, es un golpe duro de la realidad.

Me levanto de la cama aun con un poco de flojera frotándome los ojos con mis manos para quitar todo rastro de sueño en ellos, reprimo un bostezo y voy hacia la ducha para tratar de espabilarme un poco ya que no dormí casi nada en la noche, fue un milagro si logre dormir unas dos horas. –Lo cual no ayudaba mucho que se diga.-

Al ya estar bañado y arreglado, llevo mi mirada hasta el espejo y noto que tengo unas notables ojeras en mi rostro, no le doy mucha importancia a eso y bajo hacia la cocina decidido para decirle a Dandelion mis sentimientos hacia ella.

¡Vamos Dilan!

Me animaba internamente, formando una pequeña sonrisa en mis labios.

Sé que suena algo ilógico que yo me halla enamorado de la empleada pero que se le puede hacer, uno no mando en el amor, llega así de la nada y te toca en lo más profundo de tu ser, y al darte cuenta ya no puedes hacer nada porque ya estás enamorado.

Llego hasta la cocina, lleno de fastidio, pensar tanto, ligado con la falta de sueño y hambre, no era la mejor combinación del mundo. Inhalo y exhalo tratando de mantener una postura seria, aunque ahora mismo se me hacía difícil hacerlo. Llego a la cocina y al no ver a Dandelion en ella me extraño, a esta hora de la mañana ella está aquí haciendo el desayuno. Suelto un gruñido al escuchar a mí estómago gruñir, clamaba por un poco de comida.

Me recuesto en la puerta de la cocina con los brazos cruzados en el pecho y cierro los ojos tratando de recordar lo que ella hace al terminar de hacer el desayuno. Los abro lentamente y hecho mi mirada hacia la sala tampoco está allí, en dado caso la fuera visto al pasar, y no estaba. Comienzo a buscar por cada rincón de la casa pero no la consigo.

Estoy totalmente solo en la casa, me angustio un poco por eso y me asusto al llegarme las palabras de mi hermano la noche anterior.

"Recuerda que no va a estar trabajando toda la vida para nosotros y que en cualquier momento puede marcharse por un mejor trabajo. Ten siempre eso presente."