Intenciones ocultas

809 49 44
                                    

Las semanas había pasado con tal rapidez incluso para mí, los recuerdos se acoplaban en mi mente sin aviso, los momentos vivos en casa hacían acto de presencia, logrando hacer una colisión en mi interior, sentía un vacío existencial, que solo una persona podía llenar si a mi lado estaba. Esa persona ahora se encontraba a solo un piso de distancia. Un mísero piso, treinta escaleras.

Resoplo en mi asiento, me encontraba cansado, últimamente no estaba durmiendo bien, pues el trabajo no me lo permitía. Trabajaba en Red Square Café, un cyber café. Esos lugares donde los adolescentes iban a comer y pasar el rato de una agradable compañía, o incluso iban solos, relajándose con una taza de café teniendo un encantador momento de paz y tranquilidad.

Ahora comprendía los dos mundos, sintiéndolos totalmente diferentes, a esto era lo que se refería Dandelion, esto es lo que ella pasaba, la compadecía. Dios, ella trabajaba desde los quince años para poder ganarse el dinero que requería y yo solo me echaba aire y gastaba el dinero a mi antojo, de verdad que son dos mundos totalmente diferentes. Ahora yo trabajaba y no era tan fácil como creí.

Y la clase que impartía el profesor Alfonso, no ayudaba para mantenerme despierto; historia universal, la asignatura más aburrida del año. Era el primer día de clase, había dado mucho de qué hablar al llegar al lado de Dandelion, pues mi novia se encontraba algo nerviosa, maravillándose cada que podía con la estructura tan despampanante del instituto, de seguro jamás había visto algo igual, solo en las películas que daban en la TV.

La clase había terminado hace cinco minutos, más aun me encontraba sumergido en mis pensamientos. Muchas de mis compañeras se había acercado a mi lado, interesadas por lo que había hecho en el verano, sin embargo no les conteste, no estaba de ánimos para hacerlo. Sólo quería llegar a la cafetería, sabía por palabras de Lyon que la chica nueva. –Dandelion- Se encontraba ahora en la cafetería. Quería ir lo más rápido posible, verla, abrazarla y no separarme de ella por mucho tiempo. Esto suena tan cursi, nunca pensé que me comportaría de tal modo. Estaba cambiando, y todo gracias a ella.

—Si sigues aquí sentado, rodeado de estas hermosuras. Tu linda novia se irá de la cafetería. —La voz de Fly a mi lado es el que capta mi atención, logrando así salir de mi letargo.

Vuelvo en mí, notando que aún me encontraba en el salón de clases, siendo rodeado por mis compañeras de clases, expectantes a mis reacciones y movimientos. Fly mirándolas a cada una con lujuria. Había llegado de nuevo a su zona de confort, según él. Se encontraba cómodo follando con las compañeras de clases en cualquier parte del instituto. Niego ante esto, de verdad que no pensaba cambiar.

—¿Cómo sabes eso?

—Me tome la libertad de mirar su horario. —Sonríe ladino, tomando a Natasha por la cintura, una chica peli castaña de ojos ámbar.

—Eso lo explica todo.

Lo hacía, no había cosa que Fly no descubriera, aparte de ser un mujeriego, intrépido y curioso. Sí, ese era Fly.

—¿Aun sigues aquí? Ve. —Expresa sin apartar la vista de la mía. Asiento a lo que dice tomando mi mochila en hombro al salir del salón. Escucho de fondo los suspiros y susurros de otras al ser toqueteadas por Fly.

...

Me acomodo mejor en la silla, poniéndome cómodo para lo que planeaba hacer, sería un día algo estresante, pero sobre todo interesante. Dandelion se encontraba en la fila para comprar un café, una vez la vi allí me acerque a una mesa, que supongo es donde estaba sentada mi novia. Dejando mi mochila a un lado para esperarla.

Saco mi celular de mi bolsillo, buscando su número de teléfono, coloco el celular en mi oreja, al instante noto como ella contesta con una gran sonrisa adornando sus labios.

Un Amor Verdadero ♥© (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora