Un Amor Verdadero ♥© (#1)

Un secreto el cual guardar.

Despierto al sentir una suave mano posarse en mi hombro, y moverme con delicadeza, me remuevo en mi lugar abriendo los ojos con pereza, aun no quería despertar, mis ojos me pesaban, pero la insistencia de aquella persona es la que logra despertarme por completo. Me topo con unos ojos verdes como el zafiro, tan brillante y hermoso. Dandelion me regala una encantadora sonrisa apartándose un poco de mí.

–Hola. –Susurra acomodando uno de sus mechones de cabello tras su oreja.

–Hola. –Digo correspondiendo el saludo. Apoyándome de mis codos para mirarla con más atención.

–Ya es hora de levantarnos, ya es tarde y yo, señorito Winter tengo que terminar de hacer los quehaceres.

Abro los ojos hasta más no poder. ¿Tarde? ¿Cuánto tiempo había pasado?

–¿Qué hora es?

–No más de las 18:00. –Responde.

–¿¡Que!? ¿Dormimos Cuatro horas? –Estoy seguro que ahora mismo el tono de mi voz era de alarma.

–Sí, y es algo raro que Haniel no nos haya venido a ver. –Vuelvo mi mirada hasta ella, notando al instante un pequeño sonrojo en sus pálidas mejillas. ¿Por qué? ¿Será que tiene fiebre? Me acerco a ella para tratar de tocar su frente, pero retrocede como un acto reflejo. Alzo una de mis cejas mirándola rara.

–¿Qué tienes? Te veo algo sonrojada, ¿Tienes fiebre? –Pregunto algo preocupado. No lo sé, pero desde que desperté me siento diferente. El trato que ahora mismo le estoy dando es diferente a como la trate las primeras semanas.

–No, no tengo nada. No te preocupes yo creo que es porque tengo calor. –Está loca, si la temperatura está a treinta grados.

–Ah... Está bien. –No insisto más, no la quiero incomodar.

Ella dice que va a terminar de hacer los quehaceres, asiento mirándola salir de mi habitación con urgencia. Niego tirándome boca arriba en la cama, mirando el techo como la cosa más importante de la vida.

No lo creo, le he contado a Dandelion cosas de mi pasado y sorprendentemente me siento mejor con eso –Formo una pequeña sonrisa en mis labios. – ahora tengo una duda, ¿Porque Dandelion se sonrojaría al decir que Haniel no nos ha venido a ver mientras dormíamos? Solo hacíamos eso, a menos que ella piense...

Aparto esos pensamientos para nada juiciosos de mi mente, no puede pensar eso. ¿Verdad?

No, no lo creo.

Aunque es una respuesta algo lógica, porque yo también me sentí diferente estando con ella.

¿Será que de verdad me gusta?

¡No Dilan!

Exclama mi subconsciente en respuesta.

Niego varias veces, colocando una almohada en mi rostro y soltar un grito de infortunio. No quiero pensar más en eso. Me levando de la cama, comienzo a quitar mi ropa dejándola esparcida por el suelo, entro al baño para darme un baño con agua calentita.

Dejo que el agua caliente caiga por todo mi cuerpo y me relaje. Siento que un peso se me ha quitado de los hombros desde hace años, contándole eso a Dandelion, de verdad que fue buena idea contárselo, necesitaba desahogarme con alguien después de tantos años.

Salgo de la ducha, dejando que el agua destilara por mis piernas, enrollo una toalla alrededor de mí cintura. Voy hacia mi armario y busco unas ropas cómodas. Saco una polera de color azul eléctrico y un pantalón de mezclilla, muy cómodo a decir verdad, me los coloco junto con unos zapatos converse y salgo de mi habitación dejándome el pelo sin peinarlo, como un chico rebelde.