Discusión y escusas

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—¡No Comprendo por qué quieres que vaya a esa fiesta! —Me quejo. Desde que Fly se fue ella me insistió que fuera, que no puedo pasar todo el verano en la casa sin salir, que necesitaba socializar más. Esto sin duda alguna es muy cansador para mí.

—No seas terco y solo ve. —Sonríe. —Así te distraerás un poco y sales de estas cuatro paredes en la que tú mismo te has encerrado. — Me reprocha, señalándome con su dedo índice. Ahora tengo miedo de ella por la forma en que dijo eso. Resoplo, de verdad que no quiero ir, será lo mismo de siempre, la chicas detrás de mí tratando de sacarme a bailar o incluso tratando de coquetearme.
Es frustrante eso. Pero... ¿Qué tal sí...

—Claro, iré. —Ella sonríe triunfal, formo una pequeña sonrisa para aclarar mi garganta.

—Pero no iré solo. —Trata de hablar pero yo la callo. —Necesito alguien que me acompañe a tal "evento " —Me le acerco lentamente y retrocede. La tengo justo como la quería, mi presencia la ponía nerviosa. Sonrió.

—N-no entiendo, con... con quien irás... —Tartamudea, se ve linda así, me acerco más a ella y sonrió cuando queda contra la pared.

Ahora no podrá escapar.

—Quisiera que tú me acompañaras. —Estoy a unos escasos centímetros de su rostro ahora sonrojado, aparta su mirada de la mía.

—No... No creo que yo pueda encajar en una fiesta de alta sociedad. —Apenas y la escuche.

La tomo por sus brazos con mi mano derecha y los coloco arriba de su cabeza mientras que la otra la apoyo contra la pared. La siento nerviosa ante mi acto y quien no; acerco mis labios a su cuello y le susurró al oído.

—No me importa lo que digan los demás de ti, tampoco debería de importarte a ti. —Esta temblando la siento, eso es lo que siempre provoco en las chicas pero ella es algo diferente.

A diferencia de las demás ella no se deja intimidar tan fácil por mí, al hacer eso, ella trata de empujarme con su cuerpo. Pero yo no se lo dejo tan fácil, a medida que ella se va moviendo yo me apego más haciendo que cada vez quede menos espacio entre los dos.

—D-Dilan por favor... Suéltame. —Su voz se oye tan frágil pero a la vez con un tono demandante.

—No... Hasta que aceptes ir conmigo a la fiesta.

—Sabes que no podré ir, tengo trabajo aquí. —Forcejea conmigo para tratar de soltarse.

—Eso no importa. —Digo sin pensar.

—¡Claro que importa! —Ahora si está enojada. —¡Es mi trabajo, tú no tienes la necesidad de trabajar para tratar de pagar tus estudios y mantener a tu familia! ¡Sin embargo a ti te han dado todo en bandeja de plata sin necesidad de esforzarte! —Grita al momento de darme una patada en mi parte baja haciendo que la suelte y pegue un gruñido de dolor.

—¡Pero, que rayos! —Llevo mis manos en la parte afectada al sentir el dolor en ello. —¡Dandelion vuelve aquí! —Grito cuando sale corriendo por las escaleras a la parte de arriba. Escucho un sonido seco al cerrarse la puerta de un gran portazo.

—¡Maldición! —Exclamo, aun encorvado por el dolor.
Soy un completo idiota, perdí la oportunidad que tenía para acercarme más a Dandelion.

Trato de enderezarme, pero todavía siento un dolor agudo en mi parte baja, pega fuerte, será un milagro si después de esto no quedo estéril.
Camino con gran dificultad hacia las escaleras y subo escalón por escalón con sumo cuidado.

—¡Joder! Esto duele. —Comienzo a quejarme. Llego a la puerta de su cuarto y toco insistentemente. —Dandelion ábreme la puerta.

No escucho nada del otro lado, vuelvo a tocar.

Un Amor Verdadero ♥© (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora