Pensaría sobre la marcha. Estaba decidido a ser escuchado así sea a la fuerza.
-Deséame suerte Vella. -Vella se quedó echada sobre la cama. -Te veo por la noche, bonita.
Steve salió con una meta. Un objetivo a cumplir a cualquier costo. Fue fácil pasar la seguridad de la torre, evitar a Pepper, Happy, menos a Jarvis, quien apenas puso un pie en el penthouse le dio la bienvenida. Baja, la I.A. le da acceso al taller del moreno, quien en unos pantalones y camisa de tirantes le da la espalda. Hay manchas negras, sudor y cabello revuelto. Guapo.
-Hola, Anthony.
Steve intenta concentrarse, recordar, pero su mente es una nebulosa de espesa espuma color rosa. Intenta enfocar, centrarse. Todo es un caos. En un momento estaba ahí parado en el taller nervioso y con miedo intentando hablar con el mecánico, al siguiente hay gritos, palabras, lágrimas.
Hay tristeza, desasosiego, euforia, miedo y pasión.
Steve es tomado, Anthony lo droga con besos, lo marea con caricias. Apenas puede sostenerse sobre sus piernas, se aferra a su captor. En serio, Steve no comprende cómo sus piernas terminaron enroscadas en el cuerpo contrario, sus brazos aferrados alrededor de los hombros, sus dedos sumergidos en las hebras castañas.
Sus caderas cobran vida.
-Jarvis, protocolo cueva.
-Enseguida, señor.
Steve le ve sin comprender nada. Su respiración es pesada, han terminado en la alcoba, Anthony no sale de entre sus piernas. Hay besos húmedos, lentos y hambrientos. Sus manos se aferran a las sábanas, su cabeza se hunde en la almohada. No hay descanso, ni tiempo para acostumbrarse a la tormenta. Donde Anthony toca, surge una erupción de lava. Hay palabras que apenas comprende susurradas al oído.
Hay gemidos, ruegos, exhalaciones. Todo un vendaval, apenas podía con un par de cosas en la cabeza, Anthony no le permitía pensar en cuál acción tomar para que él también disfrutara. Un grito ahogado le hace un corto circuito. Mente en blanco. Anthony ha entrado, embiste. Todo es un delirio delicioso.
No puede ni articular palabra alguna, sus ojos se encontraban acuosos por el exceso de placer, de su boca sólo brotaban palabras sin contexto y gemidos de mil tonos diferentes. Su cuerpo se incendiaba y Anthony no lo apagaba, lo alimentaba.
Cientos de explosiones y fuegos artificiales aparecían en cada orgasmo que el moreno le daba.
Vella quedó olvidada por tres días.
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Vella
FanfictionSteve es bueno con las máscaras. Se atrevería a decir, que es mejor que cualquier espía o persona. Una caja le ha brincado a los pies, se ha puesto en guardia. Busca al enemigo. Ríe, su atacante no pesa más de un kilo. -A ti también te han abandonad...