Parte 46

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Han pasado algunos días, Steve recorre las instalaciones de punta a punta, ayudando y revisando lo que fuera. Los soldados le interceptaban para preguntar algunas cosas, le saludaban, él sólo daba una pequeña sonrisa como respuesta. Amanda le seguía, ambos con cuadernos, uniformes negros y cabellos sin arreglar. Se cansó de la pulcritud.

Steve es un amante de la Historia y literatura, Amanda del arte y los autos, ambos eran una dupla extraña, era tal su entendimiento que a veces asustaba; esto generaba el rumor de ser pareja. Ellos escuchaban y reían por ello.

Aquello era imposible, pues Steve seguía amando a cierto hombre y ella babeaba por las motocicletas.

–Ey mira, hay alboroto en la entrada.

Amanda comenzó a caminar dando pequeños saltitos, Steve le siguió curioso también, pues era extraño tal alboroto en la base. Para su sorpresa estaban los integrantes de los vengadores junto con James, Rumlow y algunos cadetes ahí.

–¡No puede hacer eso!

–Soy la ley y ese perro se irá conmigo para ser dormido.

James intentaba retener a Rumlow, su postura corporal le decían que el hombre estaba a nada de irse a los golpes contra aquel sujeto.

–¡Tiene dueño!

–Ha causado alboroto en la carretera, hay heridos por su causa.

–¡Es sólo un animal, estaba asustado!

A todos le sorprendía que Rumlow defendiera algo tan fervientemente, incluso el hombre se veía doblegado por momentos, pero no soltaba prenda. Amanda le instó para acercarse y tratar de poner un poco de calma sobre la situación, sin embargo, nada le preparó para ver el motivo por el cual el hombre estaba perdiendo los papeles y cuando lo hizo, sus brazos perdieron fuerza, dejando caer las cajas que llevaba al área infantil.

–Vella.

VellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora