Parte 32

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Los algodones de azúcar regresaron.

Hay colores, risas, felicidad. Todo de un brillante y chillón rosa.

Steve ríe en todo momento, Anthony no regresó a la torre y Pepper le dejó de insistir para juntas en la empresa acostumbrada ya a sus acciones irreverentes. Vella se acostumbró al moreno.

-Anthony... esper-ah... un poco...

Apenas se habían despertado y el moreno no perdió el tiempo al meterle mano. Su bóxer ya va por medio muslo, su camisa está enrollada en su pecho. Anthony lamia o mamaba sus pezones. Una mano jugaba con su miembro y testículos, por momentos se iba un poco más abajo, buscando su entrada, pero apenas llegaba, regresaba.

-Quiero desayunar ya, mi principito.

Un gemido fue ahogado en un beso. Sus manos se fueron al cuello, debía recordar su falta de voluntad con el hombre. Su camisa y bóxer removidos completamente de su cuerpo. Anthony ya le preparaba.

-¡Ah!

-¡Joder! ¡Steve!

El soldado se había venido ante tanta estimulación.

-¡Con una mierda, Steve, quítala!

Steve tuvo que parpadear varias veces para poder esclarecer su mente por el orgasmo. Al hacerlo aguanto la risa lo mejor que pudo, pues por sus gritos Vella los interpretó como si le sucediera algo, yendo a su rescate. Quitando a su supuesto atacante.

-¡Rogers quítala!

-Vella, déjalo ya. -La risa no era contenida, la canina escucho más no lo soltó. -Está bien, suéltalo Vella.

Vella lo dejó para echarse sobre él.

-Odio a esa perra.

Steve soltó la carcajada, Vella no les dejó continuar en ningún momento después de eso.

VellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora