Parte 15

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–¡No puede ser! ¡Es imposible! ¡No me puede pasar esto a mí! No puede... ¿O sí?

Steve está en medio de un ataque de histeria. Lleva dando vueltas por su departamento horas. Vella al principio le siguió pensando que estaban jugando, pero después de un tiempo le dejó. Se ha subido sobre el sofá, ¿en serio, qué tiene ese bendito mueble?

–Vella, eso no está bien, es... es antinatural y hay moral...

Steve sigue balbuceando, oraciones sin contexto, ideas a medias. Se ha mordido todas las uñas de sus dedos, sus pies le llevan de un lado al otro. Vella sólo le ve, esperando alguna indicación o llamado. El soldado es un torbellino de sentimientos, reglas morales, sociales y éticas. Es que no puede ser. Anthony no sale de su cabeza, le piensa hasta en la sopa. Se preocupa a niveles alarmantes cuando sale de misión sin él, le enoja verlo acompañado de cualquier persona.

No puede apartar la mirada una vez el moreno entra a la misma habitación. Le ha diseñado una habitación de pintura, un gimnasio y una habitación para él. Todo pensado en él.

–Imposible, no puede gustarme, es un hombre al cual no negaré que es guapo... muy guapo, con los ojos más bonitos y la barba, los brazos... los labios que dan ganas de chupar...

Vella se sienta, Steve se ha detenido.

–¡Por dios, Vella! ¡Anthony me gusta!

Ahora.

¿Steve puede entrar en pánico? 

¿Verdad?

VellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora