Relatos de una mente extraña

Escuché mal

¿Qué fue lo que dijo? No, escuché mal, eso fue lo que pasó. Qué tonta, de verdad que por un segundo creí que había dicho que me amaba, pero dijo otra cosa, estoy segura que escuché mal.

Digo, mala mía por no quedarme a pedirle que repitiera, pero es que en el momento en serio pensé que había soltado esas palabras...

¡Vamos, Lucy! ¡No seas estúpida! Es imposible que te ame, eres una persona mala, egoísta, triste y, para colmo, ¡una asesina! Él sabe todo eso, aunque niegue la última parte por un tecnicismo... ¡es imposible que te ame!

Además, si lo hiciera, sería una mentira, algo causado por un espejismo que creé sin darme cuenta, aunque con toda la intención de hacer el mal porque así soy yo...

A ver, voy a pensar "con lógica" como siempre me dicen que haga... no, espera, ¡la lógica no sirve aquí porque la puedo utilizar a mi beneficio y doblar la verdad! O no... ya no sé...

Bueno, la lógica también dice que él me tendría que odiar, la lógica dice que quien dejó que su hermana se emborrachara, que quien dejó que manejara y la mató fui yo. Entonces, ¿por qué me dijo que me ama? No, es que escuché mal... eso fue...

¿Acaso se confundió porque he procurado ser cercana a su familia que sufre? ¿Acaso cree que la actitud buena que tiene su mamá ante mí es real? No, no, no puede ser tan ingenuo. ¡Es obvio que todos me odian! Yo solo lo aguanto porque el castigo me hace sentir que estoy pagando mis deudas... ¡es que así de malvada y maquiavélica soy! ¡En el fondo no lo hago por ellos, lo hago por mí! ¡Y aparte, si no tuviera la decencia de decirme las verdades en la cara, tendría el descaro de sentirme bien conmigo misma después!

¡Claro, ya entendí! ¡Por eso es que hago tantos favores, por eso es que trato de ser linda con todos! Lo hago por mí, no por ellos. Ya sabía yo que algo no cuadraba cuando la gente me daba las gracias; es que ellos no saben la verdad, están engañados.

Pero igual no entiendo... él debería saber... él no debería ser ingenuo... porque lo he visto haciendo el bien, hay una honestidad latente en su porte. Él me miraba enojado al inicio, por lo menos hubo una época en la que sabía lo que soy y lo demostraba.

Entonces, lo que pasó es que lo engañé; sí, eso explicaría todo. Me aproveché de la situación e hice algún truco para que se enamorara de mí porque siempre lo he querido a mi lado.

Es que no tengo remedio... encima de que le robo su futuro a Nataly, también quiero quedarme con su hermano. ¡¿Qué tan monstruosa puedo ser?!

¡Coño, es que en cuanto hago algo remotamente bueno hay otras diez cosas más que estoy haciendo mal! ¡¿Qué coño me pasa?!

¿Qué es ese sonido? Mierda, qué pasa ahora... ¿me está llamando? No, no le quiero contestar... ¿qué le voy a decir? No, no, no puedo darme la oportunidad de hablar porque diré y haré algo egoísta... ¿Otra vez me llama? ¡¿Por qué insiste?!

Ya sé qué es lo que pretende, él es justamente la clase de persona que haría todo lo posible por ayudar a otra y hacerla feliz. Seguro que cree que puede compartir su dolor conmigo y que nos podremos contentar con nuestro pedacito de cielo...

¡Es que me imagino a Nataly revolcándose en su tumba! ¿Con qué derecho puedo ser yo feliz después de lo que hice? Ella tomó porque contaba con que yo la cuidaría, pero, como soy un desastre, ¡también me tuve que poner hasta el cuerno! Lo justo hubiera sido que me muriera yo y no ella... ¡o por lo menos las dos al mismo tiempo, para equilibrar la balanza!

¡No me sigas llamando! ¡No te voy a contestar! ¿Por qué lloro? ¿En serio soy tan autocompasiva? ¡No, no voy a llorar por mí! ¡No se vale, no se vale!

Yo sé que me llama porque es la clase de persona que no pensaría dos veces en sacrificarse por otra. Quiere dársela de héroe y salvarme, cuando yo no merezco que me salven, yo no...

¡Que ya! ¡Después de veinte colgadas no captas, puta madre! Y ahora me enojo con él... ¿es que no ves cómo soy? ¿Esta es la persona a la que dices amar? ¡Perdiste todo mi respeto...!

No, espera, no puedo hacer eso... ya es suficiente lo poco que me aguanto a mí misma... no podría ser la clase de persona que lo trata mal a él; aunque eso ya lo hice hoy...

Ya no me llama. Entonces ya se hartó, obviamente... o está siendo considerado y me está dando espacio... ¡coño vale, seguro lo estoy haciendo sentir mal!

Pero, entonces, ¿quizás lo podría hacer sentir bien? Es decir, si él me ama y yo lo amo de vuelta... si me esfuerzo en hacerlo feliz por el resto de mi vida...

¡No, no, ahí voy mintiendo de nuevo! ¿Cómo lo podría hacer feliz? ¡Yo no soy la clase de persona que mejora a los demás! ¡Soy la clase que...!

No sé...

Pero quiero amarlo... quiero acompañarlo... sé que alguien como yo no puede ni merece eso, pero me cuesta decir que no cuando todo mi ser me pide lo contrario... y si digo que sí, Nataly, ¿te enojarías? ¿Me odiarías más de lo que ya lo haces? ¿O me perdonarías si lo hago feliz? ¿Puede ser esa mi redención? ¿Aceptarías eso como ofrenda?

¡Por favor, hazlo! ¡Sé que si vuelve a llamar caeré y, aunque sea una egoísta y un monstruo, no le negaré nada ni me atreveré a lastimarlo! ¡Sé que no engaño a nadie con esa "noble excusa"! Es obvio que lo hago por mi propio bien... pero también por el de él, ¿no? Sí, por lo menos sé que eso es verdad...

Me vuelve a llamar... espero no haber escuchado mal...

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¡Espero les haya gustado! El reto consistía en contar una historia utilizando exclusivamente los pensamientos del personaje. La verdad es que no estuvo fácil, pero creo que es un esfuerzo decente.