Mis hermanas mayores y mis papás estaban corriendo como locos y ninguno me prestaba atención. Papá parecía preocupado por algo mientras que mamá no deja de dar órdenes a cada rato.
En el corral se escuchaba cómo los animales se desesperaban ante tanto desorden.
Si yo fuera el causante, seguro que ya estaría castigado.
—¡Míchel! —me gritó mamá de repente tomándome por el brazo— ¡Ya te dije que fueras a bañarte y cambiarte!
—¡No quiero! ¡Ya me bañé ayer! —exclamé, aunque por un segundo me asusté porque siempre que subo la voz, mamá se enoja y me pega en la boca. Pero eso no pasó, esta vez, mamá miró exasperada hacia arriba y le gritó a mi hermana mayor que justo pasaba a nuestro lado.
—Tatiana, hazme el favor de mostrarle a tu hermano la ropa que tiene que ponerse. Elige algo lindo; no todos los días el emperador se pasea por el pueblo —dijo mamá y se alejó rápidamente, pero ya no supe a dónde, porque Tatiana, un tanto fastidiada, me tomó por el brazo y me arrastró a través de las escaleras de madera de nuestra casa vieja.
—¡Ya déjame! ¿Quién es el "empinador" y por qué todo el mundo se vuelve loco con él? –la lengua se me trabó y supuse que Tatiana se burlaría de mí, pero de nuevo no pasó nada. De verdad que el día estaba rarísimo.
—Es la persona más importante del mundo, Michi –dijo Tatiana acelerando el paso—. Y hoy va a vestir unas ropas mágicas que solo las personas inteligentes pueden ver. Mamá y papá no quieren que la gente piense que esta familia es de tontos, por lo que todos tenemos que ir.
No supe qué decir. La verdad, es que estaba bastante seguro que yo no era de los más listos de la familia. Mariana y Lucía siempre me jugaban trucos y caía en todos ellos.
Una vez, me dijeron que los caballos podían aprender a hablar, y por meses traté de enseñarle a la yegua de papá a saludar como es debido. La muy tonta nunca captó nada. Bueno, por lo menos, eso significa que ya hay alguien más en la casa que no será capaz de ver la ropa del "empinador"... ah, no, ¿cómo era? Ya me confundí de nuevo...
—Aquí está tu ropa –dijo Tatiana colocando ese trajecito que me había tocado usar cuando se casó la tía Miriel. Preferiría mil veces estar desnudo en frente de la gente que usar algo tan bobo como eso.
En cuanto Tatiana se fue, empecé a vestirme y me puse cada cosa lo mejor que pude. Algunas de las piezas no tenían mucho sentido por lo que las dejé a un lado y bajé por las escaleras, rogando que nadie me detuviera.
—¡Alto ahí, jovencito! –gritó Nana.
Traté de salir corriendo, pero mi abuela me tomó por la mano e impidió que me fuera. Por suerte, cuando volteé a ver su rostro, estaba sonriendo y eso me calmó un poco.
—Deja que te acomode bien el moño –Nana habló con dulzura como siempre. Si alguien me podía ayudar, era ella.
—Nana, ¿tú y yo somos inteligentes?
—¿Por qué lo preguntas? –dijo mientras terminaba de acomodar el moño.
—Es que Tatiana dice que el "empinador" usa ropa que los tontos no pueden ver —dije extrañado y Nana se rió.
—Se dice "emperador", Michi. Y, bah, la inteligencia está sobrevalorada, no le prestes atención a eso –me dio un beso en la mejilla y, justo en ese momento, papá gritó desde la entrada de la casa, llamándonos a todos.
—¡El emperador está a punto de pasar! ¡Vengan todos!
Mamá bajó corriendo las escaleras seguida de mis hermanas y me hizo gestos rápidos con las manos para que la siguiera. Me acerqué y empezó a empujarme para que saliera de la casa lo antes posible.
Afuera había un desorden igual o peor que el de mi casa. La gente gritaba y exclamaba cosas en cuanto veían al emperador.
—¡Mira sus ropas! ¿Habías visto prendas tan hermosas? —dijo el panadero Bernardo.
—¡Jamás! ¡Son un deleite! —contestó la señora Uriel.
—¿Dónde podré conseguir unas iguales? —dijo doña Carlota.
Me sorprendí muchísimo. No sabía que había tanta gente inteligente cerca de nosotros. Especialmente esos tres. Mamá siempre había dicho que eran unos tontos "superfaciales"... o algo así.
Pues, si ellos podían verlas, ¡a lo mejor también yo!
Empecé a correr hacia el frente, me escabullí entre las piernas de los adultos y rápidamente llegué al frente de la multitud que dejaba un espacio en medio del camino para que el emperador pasara.
Entonces, vi a la persona más importante del mundo a mi derecha, completamente desnuda sobre un carruaje arrastrado por dos gigantescos caballos blancos. El emperador tenía una peluca blanca con rulos y una panza que me recordó a mi primito Roberto. Su cara redonda estaba cubierta de un maquillaje blanco y dos puntos rojos acentuaban sus mejillas. Parecía uno de nuestros cerditos, pero con peluca. En cuanto pensé en esto, empecé a reírme como loco.
—¿De qué te ríes, Míchel? —preguntó nuestro vecino Marcos que estaba a mi lado, mirándome extrañado.
—¡El emperador está desnudo! —le grité sin poder parar de reír.
De repente, se hizo un silencio solamente opacado por mis risas. Se me salían las lágrimas, por lo que no podía ver qué causaba ese silencio. Sin embargo, no importó mucho, porque a los pocos segundos, varias personas empezaron a reírse conmigo hasta que no había alguien en la multitud con la cara seria.
El emperador, que antes había estado sonriendo, empezó a taparse sus partes con las manos mientras miraba lleno de vergüenza a su alrededor. Hizo un gesto con la mano para que el carruaje acelerara su paso y se perdió de vista.
A partir de entonces, la gente siempre se burla del emperador. Al parecer, todo nuestro pueblo está lleno de tontos, ya que nadie fue capaz de ver las ropas mágicas del emperador. Unos dicen que el sastre lo engañó, pero yo creo que nadie quiere aceptar que son tan bobos como mi yegua.
🔵🔵🔵🔵🔵🔵🔵🔵🔵🔵🔵🔵🔵🔵🔵🔵🔵🔵🔵🔵
El reto de esta semana consistía en contar una historia desde la perspectiva de un niño pequeño. Seguramente, ya se dieron cuenta que esto es un "spinoff de la famosa historia de El Traje Nuevo del Emperador, pero contada desde la perspectiva del niño que lo expuso frente a todos. Me pareció divertido darle este giro. ¡Espero que les haya gustado!
ESTÁS LEYENDO
Relatos de una mente extraña
RandomRelatos cortos para aquellos con poco tiempo y ganas de leer algo entretenido. ¡Espero que les gusten! 😊