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Varias semanas después, Christopher logró acostumbrar a Zabdiel a ingerir aunque sea un mínimo consumo de carne.

Más que nada se basó en chantajes y pucheros tiernos para que el menor hiciera caso a las instrucciones que había dejado el doctor.

—Bebé— susurró Zabdiel abriendo la puerta de la regadera, saliendo de tomar una ducha.

—Mande

—Tengo hambre— dijo haciendo un puchero y caminando hacia el mayor con solo una toalla puesta.

—Cámbiate y salimos a comer algo, amor— dice acariciando su húmedo cabello después de que este se acomodara sobre su regazo —Me muero de ganas de una hamburguesa—

—Yo me muero de ganas de ti— el rubio lo acorraló sobre la cabecera de la cama, y lo beso incrustando su lengua dentro de su boca.

Comenzó a acariciar el desnudo abdomen de Zabdiel cuando la puerta fue tocada recibiendo un gruñido como respuesta por parte del rubio, que hizo reír a Christopher.

—Yo abro, cúbrete porqué si alguien te ve así, te mato— dijo amenazante el mayor y el rubio asintió asustado.

—Estos tóxicos de hoy— dijo tomando su ropa y corrió a cambiarse cuando escuchó que Christopher le gritaba un "te escuché" antes de abrir.

—Hola— Erick entró sin pedir permiso y se tiró a la cama —Tengo hambre, vamos a comer—

—Bueno, mi novio se está cambiando así que solo espero a que termine y salimos— responde y Erick ríe.

—¿Qué?

—Es que ya todos sabíamos que tenían una relación pero es la primera vez que lo dices abiertamente — Christopher abrió sus ojos al darse cuenta de lo que había dicho, pero Erick lo tranquilizó —Si te preocupa, no le dire a nadie, pero todos saben que son una pareja lo hayan declarado o no—

—Sí, pues a mí me vale un coño— respondió el rubio saliendo completamente vestido del baño —Vamos por una hamburguesa—

Tomando la mano de Chris, salieron de la habitación seguido del ojiverde quien iba distraído en su celular.

—Oh, eso significa que tienen sexo, entonces...— dice Erick levantando la cabeza —¿Quién es el pasivo? ¡Esperen! ¡No me digan! ¿Es Chris, verdad?—

—¡Erick!— regañó el castaño sonrojado mientras el rubio reía —Tú no te rías, De Jesús—

Zabdiel calmó sus carcajadas y tomó del cuello a Chris para besarlo.

Escucho el jadeo de sorpresa combinado con emoción proveniente del ojiverde pero continuaron en su labor.

—Lo siento, bebé— Zabdiel sonrió al notar las mejillas carmesí de su chico, pero su semblante se tornó serio cuando vio a una persona correr por el pasillo.

—Alguien nos vio— dijo Erick quien al parecer había visto lo mismo que el rubio.



Quedan como 5 capítulos para que esta historia termine :))

Alma cálida || Chrisdiel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora