En cuanto Veléz observó aquella gran cafetería sus ojos brillaron y su sonrisa se agrandó en su rostro causando ternura en el boricua.
Entraron y se aproximaron a la barra, donde Christopher observaba emocionado los diversos tipos de café.
-Buenas tardes, ¿Qué les ofrecemos?-. La chica detrás del mostrador sin duda era muy hermosa para las ojos de Veléz pero, Zabdiel lo era más.
-Un chai latte vainilla, por favor-. Pidió el rubio.
-¿Y para ti guapo?-. Se dirigió la cajera a Christopher este sonrió por cortesía.
Ajá, ¿Que a caso no nota que esta con el amor de su vida?.
-Igual, por favor-. Pidió y volteó su mirada a Zabdiel, el cual mataba a la chica con la mirada.
El boricua sacó su cartera y sacó unos billetes para pagar, pero cuando le entregaba el dinero a la chica, dijo.
-Por cierto, preocúpate más por hacer tu trabajo que por andar de zorra, ¿Quieres?-.
La chica lo miro con sus mejillas ardiendo y asintió bajando la mirada.
-No sabía, perdón-.
-Pues ahora lo sabes, así que deja tus ridiculeces y apúrate ¿Si?-.
Veléz solo lo miraba estupefacto por sus actos. Segundos después sus cafés les fueron entregados y salieron apresurados de ahí.
Ambos caminaban sin decir nada y aunque a Christopher se le encendió una chispa de esperanza al pensar que eran celos del rubio, está de apagó cuando el más alto habló.
—Detesto cuando nos coquetean, como si por ser famosos tuvieran el puto derecho de acosarte— dijo sin mirarlo, dándole un sorbo a su café.
Ya debería de estar acostumbrado a desilusionarse con eso.
Pero aún dolía.
Iré al templo y actualizaré mucho, me siento mal porque saliendo escribiré el capítulo donde muere Zabdiel en otra fic jsjsjs
Les amo muchísimo ❤️