XV. Inefable

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"El amor es el anhelo de la mitad de nosotros mismos que hemos perdido."

La insoportable levedad del ser de Milan Kundera.

La insoportable levedad del ser de Milan Kundera

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Felix no sabía cómo sentirse al final. A veces parecía una bomba de tiempo a punto de explotar, otras veces parecía flotar entre sensaciones más ligeras de lo normal. Sus pensamientos eran tanto arrasadores como efímeros. Parecía inverosímil creer que era el mismo personaje de hacía algunos meses, pero hasta él mismo se dio cuenta de que tanto él como su vida cambió. Para bien o para mal, no lo sabía. De lo que sí estaba seguro era de sus sentimientos hacia Seo ChangBin y el cambio drástico que le otorgó a su vida. Ya nada era como antes.

Había transcurrido tres días desde que JiSung entró en celo y Seo ChangBin lo besó. MinHo y JiSung estaban devuelta. El omega relucía una marca brillando en la unión del cuello y el hombro, su olor se había fusionado al alfa y ambos creaban una agradable sintonía de aromas. Felix no conocía el aroma exacto de la playa, pero podía asegurar que ambos olían a una. El aroma tropical de JiSung mezclado con el aroma salado y cálido de MinHo, creaban playa, arena, brisa y mar. Era un aroma afrodisíaco, fuera de lo normal.

La familia de JiSung iba conociendo poco a poco a MinHo y Felix se sentía feliz por ello. Ya no tendría que soportar los comentarios interminables de JiSung lamentándose de no revelar la verdad. Todo volvía a la normalidad. O eso quería creer.

Con certeza Felix podía afirmar que no sabía cómo iban las cosas con ChangBin. No sabía cómo clasificar su relación y enfrentarse a ello, era enfrentarse a sentimientos que tendrían que ser revelados. Desde ese día que se besaron, el alfa se tomó el atrevimiento de siempre darle besos castos en cualquier momento, tomándolo de sorpresa y el beta sentía que estaba yendo al límite de lo que podía soportar. Por una parte, sentía que el alfa estaba jugando con él, buscando su botón de presión máxima y ello lo estaba cansando. Por otro lado, su beta estaba siempre exaltado cuando tenía al alfa cerca. Parecía impropio de él y no se sentía completamente cómodo porque su relación con su parte instintiva no era muy buena y eso lo llevó a estar en momentos incómodos creados por él mismo.

Así que, sin saber cómo actuar y cómo sentirse, Felix esperaba un halo de luz que le abriera los ojos y lo guiara por un camino de sabiduría y revelación. ChangBin continuaba atacándolo con sus actos y quería hacerle frente, pero seguía derritiéndose ante cualquier situación y, sencillamente, así no podía seguir. No era viable ni certero.

—¡Dios, ilumíname, por favor! —gimió, mirando al cielo despejado.

La llegada del verano podía sentirse lentamente y a Felix no le agradaba mucho que digamos. Ahora tenía que andar con menos ropa posible, por el calentamiento global que hacía algunos días sofocantes, como ese en especial.

Estaba tendido en una parte del campus de la universidad, disfrutando de su hora libre mientras miraba al cielo y discutía contra sus pensamientos que no tenían principio ni fin. El calor estaba en su estado máximo, así que sudaba un poco e intentaba no quitarse la camiseta ligera que tenía puesta hasta quedarse con el torso desnudo. Ese día tenía puesta unas bermudas que le daban la suficiente comodidad como para no entrar en la locura. Odiaba el verano y odiaba el clima cálido.

Alive © ChangLixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora