Vivir.
Lee Felix aprendió a vivir, a pesar de las dificultades por las que pasó a lo largo de su vida. Luchar se convirtió en la mejor forma de salir adelante en aquel mundo lleno de injusticias.
Las memorias de un pasado perturbador parecían demasi...
"Cuando aceptamos el amor, creemos que lo merecemos."
Las ventajas de ser invisible de Stephen Chbosky.
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JiSung y Felix estaban frente al otro. Ambos tenían las piernas cruzadas en forma de indio y se miraban fijamente a los ojos mientras el silencio los envolvía. JiSung sostenía la mano derecha del beta, jugando con ella y observando su tamaño. Sus labios se curvaron en una sonrisa minúscula, burlándose de la pequeña mano de su mejor amigo y disfrutando de la suavidad que poseía. Felix logró notar el ápice de sonrisa y frunció su ceño, no le agradaba demasiado que se burlaran de sus manos pequeñas, pero no iba a discutir por ello.
Ambos mejores amigos estaban en la habitación del omega, disfrutando de la tarde libre. Hacía demasiado calor, pero el ventilador que apuntaba hacia ellos estaba siendo de mucha ayuda. Desde el momento en que se reunieron, ninguno de los dos articuló palabra alguna. El silencio era tranquilizador y no eran necesarias las palabras para comunicarse cuando existían los gestos que conocían del otro. JiSung dio un largo suspiro, deshaciéndose de la postura en la que estaban. Felix también hizo lo mismo. Ambos quedaron finalmente recostados en la cama, con sus piernas estiradas y sus manos entrelazadas.
—Ha pasado tiempo desde la última vez que tuvimos un momento así —susurró JiSung, sonriendo con dulzura—. Ya lo extrañaba. Es bastante tranquilizador como un...
—Como un relajante natural —terminó Felix, contagiándose de la sonrisa de su mejor amigo.
El tiempo continuó y el silencio los envolvió una vez más. Los pensamientos de ambos viajaron al pasado, haciéndoles soltar sonrisas espontáneas. Desde que se conocieron, se volvieron inseparables y compartieron momentos inolvidables. Tiempo después, ambos supieron que nada ni nadie lograría separarlos a menos que alguno de los dos soltara el lazo que los unía.
Muchos hablaban de un lazo que unía a dos personas y hablaban de tal lazo como si se limitara a ser meramente una relación amorosa. Pero no todos comprendían que las almas gemelas iban mucho más allá de una relación amorosa y que podía unir a dos personas que sentían un amor fraternal por el otro. Han JiSung y Lee Felix eran almas gemelas, la sociedad no podría alguna vez comprenderlo y tampoco podría cambiar ello.
Lo que ambos tenían era inefable. Su relación iba mucho más allá de lo normal y era completamente difusa para los demás.
—Entonces... —volvió a hablar JiSung—. ¿ChangBin ha comenzado a cortejarte?
Felix suspiró hondo mientras sentía el calor arrasador atravesando su cuerpo, aglomerándose primordialmente en su rostro. Se cohibió un poco, sin saber cómo responder con naturalidad. La verdad era que el tema le ponía sumamente nervioso y avergonzado. ChangBin inició con su cortejo un día después de que el beta aceptara. Le entregó una rosa y lo invitó a salir. Obviamente, Felix no sabía todavía cómo actuar, aunque estaba haciendo todo lo posible para no arruinar lo que acontecía entre ellos.
