"Tristan me miró y me dijo algo que siempre recordaré: Déjame decirte algo, pastelito. Hay dos cosas más importantes en el mundo: estar en peligro y ser salvado.
Entonces, le pregunté: Pero si esas son las dos cosas más importantes, ¿qué hay de estar enamorado? ¿Por qué crees que eso es lo más profundo para una persona? Es ambos a la vez. Cuando estamos enamorados, estamos completamente en peligro y completamente salvados."
Cartas de amor a los muertos de Ava Dellaira.
La primera vez que ChangBin abrió sus ojos se encontró con el color índigo del cielo despejado. Con su cuerpo medio tembloroso, logró erguirse y contemplar el firmamento que le quitó la respiración. Frente a él se encontró con un lugar fuera de su propia realidad. El sitio estaba rodeado de una magia impecable que hacía danzar a árboles extraños y flores coloridas, al son de una dulce y suave melodía emitida por sus gráciles movimientos, acompañados por el canto de unas cuantas aves exóticas y el zumbar de las abejas.
La perpetua calma lo invadió, desapareciendo la tempestad alojada en su pecho. No hubo melancolía ni miedo, solo una inmensa y aplastante paz que reemplazó los vestigios de recuerdos dolorosos por la inquietante nada.
Se sentía en casa.
A paso lento recorrió el lugar, cruzándose con varias mariposas que también danzaban y tratando de encontrar a alguien que resolviera un par de cuestiones que tenía sobre él mismo. No obstante, el sol lo alcanzó y la búsqueda de respuestas desapareció en un soplido. No encontró persona alguna, solo un valle lleno de una diversidad de flores y un pequeño lago que logró atravesar.
ChangBin, sin embargo, no se rindió y terminó su camino cuando se encontró frente a él a un tigre de Bengala de pelaje naranja y ojos dorados. La sorpresa llegó y, con ella, su cuerpo se detuvo. No sintió nervios, pero sí una profunda curiosidad que resolvió apenas caminó y se ubicó frente al imponente animal. El tigre lo miró profundamente, tratando de compenetrar con él y ChangBin se preguntó si podía llegar a hacerlo.
Poco después sus dudas se despejaron cuando sintió un tirón dirigiéndolo directamente hacia el animal. No se negó a ello y esperó, sintiéndose en sintonía con el tigre ubicado frente a él. Finalmente, cuando la conexión se estableció, el animal pronunció unas cuantas palabras en su mente.
«No tengas miedo, humano, soy parte de ti.»
ChangBin sonrió, lo menos que sentía en ese momento era miedo. Solo había paz, absoluta e inquebrantable paz que lo hacía sentir ameno y en casa. ChangBin no quería irse nunca de ahí.
—No lo tengo —respondió.
«Es hora de volver, humano.»
—¿Volver? —preguntó confundido. Él no quería volver a donde fuera que tuviera que volver. Él quería quedarse ahí, para siempre—. No, no quiero hacerlo.
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Alive © ChangLix
FanficVivir. Lee Felix aprendió a vivir, a pesar de las dificultades por las que pasó a lo largo de su vida. Luchar se convirtió en la mejor forma de salir adelante en aquel mundo lleno de injusticias. Las memorias de un pasado perturbador parecían demasi...