"Conseguir lo que quieres es tan difícil como no conseguir lo que quieres. Porque entonces tienes que averiguar qué hacer con ello, en lugar de averiguar qué hacer sin ello."
El reino de la posibilidad de David Levithan.
Dos semanas habían pasaron y Felix podía decir que fueron las mejores de todas. Obtuvo excelentes notas, leyó todo el libro que pidió prestado en la biblioteca, terminó el poema que llevaba construyendo desde hace un mes ¡y lo mejor de todo!, estaba en buenos términos con JiSung, aunque tuvo que pedirle perdón de rodillas y frente a varios estudiantes.
Bueno, no tan al pie de la letra, pero sí fue agradable.
La parte no agradable fue cuando tuvo complicaciones al ingeniarse unas cuantas maniobras para ignorar a los alfas que no le agradaban, pasando vergüenza de vez en cuando ante sus compañeros por sus obvias estupideces. Aunque, al fin de cuentas, lo que más le importaba era no encontrarse con ellos o no dirigirles la mirada si llegaba a hacerlo. Y pese a sentir las miradas insistentes que el amigo de MinHo le daba en la clase que compartían, Felix logró ignorarlo, aunque lo traicionara la tensión que emanaba de su cuerpo.
Ahora que todo estaba bien con JiSung —porque el omega lo torturó durante tres días en los cuales no le dirigió la palabra en ningún momento—, pudo recostar su cabeza en el regazo del hombre y recibir las placenteras caricias que le daba en la cabeza. Como ahora, que estaban en la hora libre en la que coincidieron y el omega parloteaba mientras Felix recibía caricias y le respondía cuando era necesario. Sus ojos estaban cerrados y podía decirse que estaba ronroneando cual felino mientras JiSung sonreía con cariño y seguía hablándole sobre un nuevo amigo que consiguió.
—¡Cuando pueda te lo presento, Lix! —expresó con emoción.
—Como quieras —dijo con una pizca de celos inundando su pecho.
Nunca antes escuchó a JiSung hablando tan emocionado de alguien y Felix admitió sentirse celoso de ello. La persona que JiSung conoció, lo dejó marcado y Felix, con algo de desdicha, pudo confirmarlo por los movimientos de su cuerpo y la emoción en su voz.
—¿Estás celoso? —preguntó burlón.
Felix abrió sus ojos y miró a su mejor amigo. —Lo estoy.
JiSung sonrió ampliamente mientras apretaba su mejilla. —No lo estés, bobo. Seguirás siendo mi mejor amigo hasta que la muerte nos separe.
—Más te vale, Han JiSung, porque, si no es así, encontraré una forma de raptarte y esconderte del mundo.
—Mamá te mataría si lo hicieras —dijo riendo.
Felix sonrió antes de levantarse y estirar su cuerpo.
—O me buscaré otro mejor amigo y dejaré de hablarte para siempre.
—No lo harías, Lee Felix. Soy irremplazable —dijo petulante—. No lo harías, ¿cierto? —preguntó cuando Felix no dijo nada.
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Alive © ChangLix
أدب الهواةVivir. Lee Felix aprendió a vivir, a pesar de las dificultades por las que pasó a lo largo de su vida. Luchar se convirtió en la mejor forma de salir adelante en aquel mundo lleno de injusticias. Las memorias de un pasado perturbador parecían demasi...