Candy acaba de sufrir la pérdida de Anthony y ahora de Terry al dejarla en el colegio San Pablo sin embargo pese a los contratiempos logra obtener una profesión y cuidar del Albert su mejor amigo. Nuevamente el destino le juega una mala partida al a...
El Duque quedó perplejo al ver la cantidad de flores pero más al ver semejante regalo nunca se imaginó que llevarán tan exquisito juego de joyas verdaderamente deslumbrantes una gargantilla a juego con aretes en diamantes y esmeraldas. Un regalo digno de una Reyna. Candy estaba con la cara desencajada y estaba decidida a regresar semejante regalo. Pero el Duque le hizo saber que un desplante de ese tipo era una ofensa por lo que no podía devolverlo. Sin embargo al abrir la nota Candy leyó su contenido.
Este presente es tan insignificante ante su belleza. Reciba este humilde presente esperando de su agrado y esperando usted y su familia Grandchester tenga a bien gustosamente permitirme visitarle nuevamente.
Espero respuesta con mi lacayo
Atentamente Príncipe Andrés de York.
El Duque solo le quedó solo asentir con la cabeza en forma positiva, ante esto Candy le informó al lacayo que no había problema que estaba de acuerdo y aceptó el regalo. Teniendo la respuesta el lacayo.
Eleonor - Candy está hermoso!! Y es de un príncipe!!
Candy - Lo se pero aunque fuera la joya más barata y sencilla no me importaría si tan solo fuera de Terry (lo dijo con desgano).
Duque - Hay hija!! Me temo que este hombre no va a desistir hasta conquistarte.
Candy - Lo siento porque mi corazón ya lo entregué hace mucho tiempo a Terry.
Duque - Lo se pero si tú corazón tuviese otra oportunidad no habría nadie más ??
El Duque ya sabía la respuesta tan solo quería asegurarse que no se había equivocado con la nuera que tenía en su casa porque ella era su nuera solo era cuestión de tiempo.
Se regó como pólvora en Inglaterra que una chica como un ángel estaba en el castillo de Grandchester todos decían que era tan blanca como la nieve, sus labios rojos y tentadores pero sobre todo unos ojos esmeralda como joyas de la realeza una dama digna de presumir en cualquier lugar.
Por lo que a la siguiente semana fue visitado el Duque con el pretexto de hacer negocios por el Duque de Wellington quien había sido amigo de Terruce en su infancia y quien al igual que el príncipe Andrés éste quedó prendido de la belleza de Candy. Entre la realeza no se hablaba más que de la hermosa Laidy Andry en el castillo Grandchester.
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El Duque de Wellington no era mal parecido y aunque su estatura llegaba al 1.85 era un poco similar en porte y trato con Candy aunque para ella todos era petulantes y engreídos pero todos le recordaban un poco a Terry!!
Candy - Dios cuando va a terminar esto creo que tendré que irme pronto antes que deba casarme con alguno de estos engreídos que creen que soy mercancía de aparador para presumir.
Al da siguiente llegaron al castillo Grandchester un sin fin de rosas rojas y blancas cerca de 200 rosas para Leidy Andry y junto con las flores otro presente. Una hermosa gargantilla de brillantes a diferencia del príncipe el lacayo no esperó respuesta cosa que le agradeció a Dios por ello.