Candy Un Giro Total

CAPITULO 38 EL FINAL

Cuando Candy se desvanece y cae nuevamente golpeado su cabeza Terry piensa lo peor al ver que su pecosa no reaccionaba, fué tal la impresión que su estómago está revuelto que el vómito no lo contuvo.

De inmediato Albert la cargó y fue llevada al hospital para su revisión. Estando ahí Terry daba vueltas pues hacía ya mucho tiempo que los médicos no salian y no sabía nada de su pecosa. Eleonor se le veía angustiada y ni decir del Duque, todos los presentes estaban consternados. ¿En qué momento tanta desgracia seguía a Candy? ¿Siempre estarían condenados a no ser felices Candy y Terry?

Terry seguía con estómago revuelto nada aceptaba su estómago justo en el momento que se acercaba a la habitación donde habían metido a Candy salió el médico. Terry paralizado solo atinó a preguntar ¿Candy está bien?. Un silencio sepulcral estaba presente ante todos al momento de que el médico agachaba para limpiar sus espejuelos.

Todos estaban en vilo esperando una respuesta, el corazón de Terry se podía oír latir al mil por hora, de repente el medio se colocó nuevamente sus espejuelos y poniendo una mano en el hombro de Terry le dijo "calma joven lo que tengo que decir necesito de tu atención" en ese momento el cuerpo de ese rebelde se paralizó es más se quedó congelado sin poder articular palabra. Todos abrieron los ojos como platos y se pusieron pálidos.

Tranquilos dijo el médico lo que tengo que decir es que la señora está bien el golpe en la cabeza solo hizo un pequeño chichón, pero aún no despierta. Terry soltó el aire lo mismo que todos los presentes. Terry tomó de la bata al médico exigiéndole que le explicara entonces porque no despertaba aún.

El médico levantando los hombros le dijo - Fácil muchacho va a dormir mucho más de ahora en adelante, ella está embarazada- Terry al oír la noticia se desvaneció callendo al piso como costal de papas.

Nadie se ocupó de levantarlo pues la noticia dejó a todos paralizados. Más tarde Terry abrió los ojos encontrándose en una cama a lado de su pecosa, no tardó ni un instante en poner se de pie cuando ya se encontraba besándola, acariciando su mejilla y besando sus cabellos, se le veía tan hermosa decía Terry cuando unas lágrimas rodaron callendo sobre una de las mejillas de Candy. Está al sentir la humedad en su rostro abrió los ojos con desgano,
Terry estaba llorando ¿Porque lloras Terry? ¿Pasa algo malo conmigo?. Terry respondió, no pecas lloro de felicidad me haces el hombre más feliz del mundo. Candy no atinaba al motivo de sus palabras por lo que le preguntó, ¿Te hace feliz saberme en una cama de hospital? Jajaja es una nueva afición tuya Terry. El con sorpresa a sus palabras le respondió. ¡No pecas! Es que no tienes idea jamás lo pensé, mucho menos lo imaginé.
Candy se veía confundida y molesta pues no atinaba a lo que él incoherente mente trataba de decirle.
¡Pecas estamos embarazados! ¿Sabes que que eso significa? Mi amor me haces el hombre más feliz del mundo!! Nuestra vida cambiará de ahora en adelante, te cuidate, te mimaré y diciendo esto corrió al baño a vomitar.
Candy le preguntó ¿Estás bien amor?? - Terry respondió que si era solo que tal vez algo le había caído mal. Candy solo sonrió pues eso espero amor porque ¿sabes? Tengo ganas de pastel de chocolate y diciendo esto Terry regresó de nueva cuenta al baño a vomitar. Candy con una risita dijo para si "pobrecito lo que sufrirá" y diciendo esto volvió a dormir.

Los días pasaron y se pudo llevar a cabo de Neal u Susana ambos estaban agradecidos con Candy y Terry por perdonarlos y ser sus padrinos en la boda. Ahora parecía que todo estaba marchando en santa paz, Richard jr se veía tan enamorado que incluso pidió a su padre que llevara a bien inscribirlo en el colegio San Pablo donde esa dulce chica le había robado el corazón. Por otra parte Alex le había afectado el embarazo de Candy pues no quería separarse de ella ni un minuto. Incluso lo tenía que arropar como un bebé antes de dormir. La peor parte la llevó Terry pues era quien sufría los vómitos, mareos así como los antojos más extravagantes que se pudieran imaginar.