Capítulo 27: Reconstrucción

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 Después de dirigirme al bosque, me deje recaer sobre un árbol a descansar.

"De verdad necesitaba parar, sentí que estaba a punto de morir."

Respirar me era demasiado difícil, tenía por lo menos una costilla rota, probablemente mis pulmones estaban en pésimo estado.

"Tic,tic,tic."

"No puede ser...."

Una gota cayó en mi frente y junto con esta cayeron varias más, antes de que me diera cuenta ya estaba lloviendo.

Para mi buena suerte, debajo del árbol no caía mucha agua.

"Uhgg... que voy a hacer."

Dormir en este momento sonaba tan placentero.... Sin embargo no podía darme el lujo de hacer eso, además de que el dolor no me lo permitiría.

Ya había perdido dos semanas, no podía permitirme perder más tiempo recuperándome.

"Tu puedes perdedor."

Con esfuerzo me levanté y empecé a recolectar madera para hacer una fogata.

"Uff.. he terminado."

Después de un tiempo de recolectar madera la lluvia seguía sin cesar, por lo que me escabullí entre donde hubiera más árboles para hacer una fogata.

"Por fin.."

Luego de prender la fogata, pude calentarme un poco.

Pero eso no era suficiente, tendría que buscar algo de comer.


Algunos días habían transcurrido desde que desperté, ya estaba un poco más recuperado y podía moverme.

Muchas heridas superficiales habían logrado curarse, pero para las más profundas necesaria tratarlas de algún modo.

Había logrado sobrevivir pescando y cazando algunos animales, monte un pequeño campamento improvisado junto a un rio. En este momento me encontraba ejercitando un poco.

"Quizá en el pueblo pueda conseguir información para hacer medicinas...."

Tenía conocimiento preparando algunos ungüentos básicos, pero eso no sería suficiente para tratar mis heridas.

"Cof, cof."

"Probablemente me vaya a dar una neumonía."

Una tos me había atacado los últimos días y tenía miedo que pudiera terminar en una enfermedad peligrosa. Sería irónico sobrevivir a una caída de miles de metros, torturas, apuñalamientos, pero morir ante una tos.

Quizá solo lo estaba pensando demasiado.

No quería volver al pueblo, sin embargo no tenía muchas opciones, era eso o morir por una posible enfermedad pulmonar en desarrollo.

Así fue como tomé mis cosas y me dirigí al pueblo.

Después de llegar al pueblo, me quede viendo como todo seguía destruido, no parecía haber habido mejoras desde que me fui.

"Es una pena..."

Retomando mis pensamientos, me dirigí a la casa del anciano que me había cuidado, quizá el supiera con que podría curarme.

"¡Anciano! ¡Abreme!"

"¡Cof, Cof Cof!"

Maldita tos....

Empece a gritar y tocar la puerta hasta que finalmente salio el anciano.

"¡Ah! Pero si eres tu."

"Si,si... necesito pedirte algo."

"Adelante, pasa."

Termine en la misma habitación donde había tomado el te hace unos días.

"No te vez mucho mejor a cuando te fuiste."

"¡Cof, Cof Cof!"

"¿En qué puedo ayudarte?"

"¿Que ha pasado con la reconstrucción del pueblo?"

Yo esperaba que para los días que me fui, al menos alguien hubiera empezado a restaurarlo.

"No hemos recibido apoyo de la corona, todos los sobrevivientes se fueron a otro lugar mas seguro y la gente restante sigue inconsciente en la otra habitación."

"¡¿Eres el único aquí?!"

"Así es, solía vivir en este pueblo desde chico, por lo que he decidido hacerme cargo del pueblo y los heridos."

Este anciano tenia que tener agallas para hacer algo como eso, arriesgarse a que pudiera venir otro ataque y estar aquí el solo.

Eso o los demás eran unos malditos cobardes....

"¿Nadie ha despertado?"

"Por desgracia no, me temo que pueda ser una maldición."

¿Una maldición? Según había visto en juegos y libros, la única manera de tratarla seria con algún tipo de bendición, magia divina, o simplemente algún hechizo. Habían muchísimos métodos para deshacerse de una.

"¿Puedo verlos?"

"Uh..."

"No soy un experto, pero me gustaría analizarlos."

"Claro, por aquí."

En la habitación donde estaban los heridos había por lo menos unas veinte personas recostadas.

Todas tenían un rostro de dolor.

"Espera...."

Después de ver en detalle, pude notar como todos emanaban una ligera capa de humo morada.... Parecía ser algún tipo de miasma... ¡Entonces si era una maldición!

"¿Notaste algo?"

"En efecto parecen tener algún tipo de maldición."

"¿¿De verdad??"

"Si, permíteme intentar algo."

Estos días había estado intentado manipular un poco las propiedades de mi magia, quizá por eso había tardado mas en recuperarme.

No era nada para quitar maldiciones, pero no perdía nada intentado.

Después de ver a todos los lesionados, me acerque con el que desprendía menos esencia.

"Bien, serás un buen conejillo de indias..."

Esperaba que el anciano no me hubiera escuchado decir eso.

Cerré los ojos y empecé a canalizar una llama en mi mano, pero no una llama cualquiera. Era un fuego distinto.

Era un fuego de color azul, el cual no quemaba, si no que purificaba las malezas o curaba dolencias simples, de ese modo y gracias a la alimentación, había sido capaz de curarme ligeramente.

No sabia cual era la posibilidad de que funcionara, teniendo en cuenta que tampoco había sido tan útil para curarme, aun no lo tenía muy dominado, por lo que era cuestión de suerte.

"¡Oh!"

"Ugg."

Generar esa llama de color azul me había dejado bastante desgastado, sumado al dolor de todo mi cuerpo era una mala combinación. Con fuerza me mantuve de rodillas frente al lesionado.

"Aquí voy."

"Pero.... Eso.."

Empecé a pasar la llama por todo el cuerpo de la persona, podía notar como sufría debido a que su rostro dejaba salir expresiones de dolor.

"Esto me duele mas a mi que a ti."

Seguramente....

Poco a poco la llama fue perdiendo tamaño y color hasta desaparecer por completo.

"Creo que lo lo...."

Estaba a punto de terminar mi frase cuando caí inconsciente por el dolor.

"¡Muchacho!"

Héroe de otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora