Capítulo 38: Un mar de problemas

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Estuvimos varios días acampando en el bosque, realmente no teníamos una idea muy clara de a donde podíamos ir. Además que tenía que moverme con cuidado si no quería encontrar a ningún agente de la ley.

De momento solo me había estado moviendo entre ruinas y bosques, por lo que no me había encontrado con ninguno, no sabía cómo estaba realmente mi nivel de búsqueda.

"Niñas."

"¿Qué sucede maestro?"

"¿Sucede algo?"

Podía estar seguro de una cosa, y era que si estas niñas eran residentes de este mundo, probablemente conocerían la zona mejor que yo.

"¿Conocen alguna ciudad que esté cerca de aquí?"

"Mmmm..."

"Creo recordar que papá y mamá iban en ocasiones a una pequeña ciudad no muy lejana de aquí."

"¿Recuerdas en qué dirección quedaba?"

En realidad no necesitaba la ubicación exacta, con saber en qué dirección quedaba era más que suficiente, durante estos meses había aprendido a ubicarme bastante bien.

"¡Ah es cierto!, ¡Ryuusui! Era un pueblo al que papa y mama iban mucho."

"Si mal no recuerdo, siempre partían oeste, pero tampoco se donde quedaba exactamente."

"¿Oeste? Eso es mas que suficiente."

Un pueblo mas con nombres raros, pero por lo menos ya teníamos un destino, solo esperaba no encontrar problemas al llegar.

"¿Partiremos al oeste?"

"Tampoco sabemos exactamente que tan cerca esta..."

"No importa, ya tenemos una dirección, lo cual es mejor que vagar sin sentido."

La idea de caminar hacia el norte, sur o cualquier otro punto cardinal sin saber que podíamos encontrarnos era una mala idea, quizá podía terminar llegando a la capital sin saberlo y ser arrestado en el acto.

Debido a que cuando escape de prisión fui arrastrado por la corriente de sombras, no pude ver en que dirección fui arrojado. Por lo que podría terminar caminando de regreso si no tenia cuidado.

"¡Acompañare al amo a donde este quiera ir!"

"¡Cierto! Incluso si tenemos que caminar durante días sin descanso alguno."

"Ustedes realmente están exagerando..."

Tampoco es que fuera un maltratador, sin embargo era cierto que no podríamos darnos el lujo de detenernos cada cinco minutos a que descansen.

Sin nada mas que decir, partimos en dirección al oeste.

Partimos al amanecer, por lo que para antes del mediodía ya habíamos abandonado el bosque y ahora caminábamos en llanuras, lo cual era algo malo.

Me convertía en un objetivo fácil, no tenia ningún lugar para esconderme, si algún guardia me veía por esta zona, estaba perdido.

"¿Sucede algo amo?"

"¿Acaso le pasa algo al maestro?"

"¿Qué cosas dicen?"

Si bien era cierto que esta situación me estaba generando algo de estrés, tampoco era algo tan notorio.

"Es solo que... puedo sentir como el amo esta incomodo."

"¿Algo le molesta maestro?"

"Dejen de suponer cosas por su cuenta, estoy bien."

Héroe de otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora