Capítulo 59: Guarida

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Antes de que me diera cuenta, dos semanas habían transcurrido en este lugar. Gracias a las distintas reservas de comida, no nos habíamos visto en la necesidad de salir de la cueva para buscar alimento.

Durante las dos semanas, me había enfocado en aumentar mi concentración mediante meditaciones para hacer mas efectiva mi magia. La cual se basaba en la concentración y la imaginación. Si no era capaz de sentir la energía por mi cuerpo correctamente, el resultado final seria un desastre.

Con esfuerzo había logrado mejorar y optimizar un poco el uso de mi magia de impulso, ya que ahora era mas efectiva y consumía menos magia. Además de que, al estar entrenado con ella, me acostumbre a implementarla en mis ataques de forma efectiva y natural.

Lo mismo era para mis otras dos magias, las [Llamas] y mi [Fuego fatuo].

[Llamas] era como había denominado al uso del fuego en general, el cual había mejorado bastante. Mientras que [Fuego fatuo] eran unas llamas de colores azules, pero su principal particularidad era que no quemaban, purificaban. Por lo que podían usarse con fines curativos, o bien sanar heridas superficiales, pero nada de huesos rotos o intestinos perforados.

También había intentado usar [Fuego fatuo] en mi propia maldición y en la visión de Hana, pero fue inútil. De hecho, al momento de intentar hacer algo, mi cuerpo se debilitaba rápidamente y un fuerte dolor emanaba de mi pecho, proveniente de las cicatrices oscuras.

Todavía no tenia muy claro que iba a hacer al respecto con esa maldición, necesitaba encontrar algún tipo de ayuda profesional, aunque teniendo en cuenta mi condición eso iba a resultar difícil.

Usando los distintos manuales de la biblioteca, sumado a mi ingenio y conocimiento de mi mundo, logree crear una gran cantidad de ungüentos y pociones de alta eficiencia. Quizá no era la misma calidad que podrías encontrar en una tienda de prestigio en la capital, pero para estar hecho por mi, estaba bastante satisfecho con el resultado. Eran mejores que las que compre en Ryuusui.

A parte de eso, cree unos pequeños cuchillos arrojadizos, junto con algunas otras armas y empecé a instruir poco a poco a las niñas en el combate, no específicamente para que me ayudaran en el combate, pero con que supieran defenderse mientras no estaba, me era mas que suficiente por ahora.

Recordando la gran capacidad sensitiva de Hana, intente enseñarle a usar la magia del mismo modo en el que yo había aprendido, pero era demasiado complicado. Sin una bola de adivinación era inútil, por mas veces que intentara no encontraba un método efectivo para enseñarle a Hana a sentir la magia, y esta se culpaba a si misma por su incompetencia. Incluso aunque le dijera que no tenia nada que ver.

Lo poco que habíamos logrado, era que, si juntábamos nuestras manos y usaba magia, Hana podía sentir el calor, pero no del modo en el que se necesitaba.

En esos momentos realmente extrañaba a Ariel y los demás, con su ayuda todo hubiera sido mucho mas fácil.

Lo ultimo que había hecho durante mi estadía, era haber recortado un poco mi cabello y mejorar mi aspecto y el de las niñas.

"Uhg..." Por primera vez dentro de algunos días, me había impactado la luz natural del sol, y era bastante deslumbrante. Todo este tiempo había estado encerrado en la cueva sin luz natural, por lo que me desacostumbre.

"Es un hermoso amanecer." Yuki a mi lado, tomo mi mano.

"Hoy parece que será un gran día." Hana a mi otro lado, se tomo de mi otra mano libre.

Estábamos en la entrada de la cueva, a pesar de que era un gran escondite, ya no podíamos seguir ahí mas tiempo, necesitábamos seguir avanzando. Aunque si necesitaba huir en un futuro, ya tenia mi guarida.

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