Capítulo 33: Mi nueva luz

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Todo estaba negro, ¿no había sido más que una pesadilla? Abriría los ojos y estaría nuevamente con mama y papa, todo volvería a la normalidad.

Sin embargo al abrir los ojos, mi realidad se vino abajo.

Seguía en el refugio con Hana, estábamos abrazadas, al parecer lloramos hasta quedar dormidas. El compartimiento seguía intacto. No nos había sucedido nada.

Quizá estaba hecho de un material resistente a desastres, o estaba imbuido en algún tipo de magia, realmente no me importaba mucho. Solo estaba frustrada por haber despertado.

"Parece que estamos bien."

"...."

Hana que solo había escuchado lo sucedido, parecía estar más calmada que yo. Sin embargo su expresión era diferente a cualquier que hubiera visto antes.

"Salgamos."

No tenía ni idea de cuánto tiempo habíamos estado ahí dentro, sin embargo ya no se escuchaba ningún ruido, todo parecía estar mucho más calmado.

"...."

Hana a pesar de no decir nada, asentía con su cabeza.

Salimos y todo el lugar estaba calcinado, el techo caído, todo estaba lleno de escombros. No se parecía en nada al lugar que solía ser antes.

"Por favor...."

Empecé a buscar debajo de los escombros con lágrimas en los ojos, y finalmente encontré lo que estaba buscando, el cuerpo de papa.

Aún estaba ahí, pero calcinado... era una imagen muy fuerte para mi, no pude evitar romper en llanto.

"¡No! ¡Papa!"

"...."

Hana quien estaba detrás de mí, no podía ver las mismas imágenes que yo, ya que seguía lastimada de la visión, pero sabía que era consciente de lo que había pasado.

En ese momento haber sido ciega, quizá había sido una bendición.

"...."

"Papa...."

"....."

Sin embargo, Hana no decía nada, solamente estaba ahí parada.

No recuerdo cuanto tiempo estuvimos ahí, minutos o horas, era confuso....

Queríamos enterrar a papá y mamá, pero era demasiado duro para nosotras, por lo que empezamos a explorar la aldea....

Todo estaba calcinado, cadáveres por todos lados, sangre en cada esquina... un cielo gris, no era una imagen que pudiera procesar fácilmente.

Rompía en llanto en cada esquina, era una bendición que Hana no tuviera que ver lo mismo que yo.

Regresamos a lo que quedaba de nuestra casa y hice una promesa.

"¡Juro que me haré fuerte! ¡Y los vengare papa y mama!"

"...."

"¡Juro que haré pagar al que les hizo esto!"

Con lágrimas, levante mi mano hacia al cielo alzando mi juramento con el mundo. Era mi deber.

Hana solamente seguía en silencio. Ella tenía su propio modo de procesar las cosas.

Luego de dar vueltas, con hambre y miedo, decidimos dejar la villa.

Caminamos durante bastantes días sin destino alguno, solo buscábamos vengar al que le hizo esto a nuestros padres. Durante nuestro camino mucha gente nos alimentaba, aunque siempre teníamos que dormir a la intemperie.

Héroe de otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora