5. Sorpresas de Cumpleaños.

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El día sábado 29 de septiembre Jonathan despertó rodeado por sus tres amigos, los cuales le sonreían de oreja a oreja y tenían puestos sombreros de fiesta sobre la cabeza.

—Ya tienes doce años —Dijo Juani fingiendo llanto—. Crecen tan rápido...

—Ya le hacía falta, era el único que aún no cumplía los doce —Dijo Gregory—. Ahora te podrás unir al club de los doce años.

Jonathan río y se sentó en su cama, giró la cabeza hacia una de las ventanas y pudo ver que, poco a poco, el sol salía lentamente de detrás de las montañas.

—Mira, estos son tus regalos —Dijo Cris señalando los pies de su cama.

Cuando Jonathan se acercó vio cuatro grandes paquetes, uno correspondiente a su mamá y los otros tres de sus amigos.

—Les escribí a mis padres para que compraran algo para ti —Dijo Greg señalando su regalo, que era el más grande—. Les dije que eras un perdedor y que te compraran un libro... Aunque seguramente no me hayan hecho mucho caso...

—Yo también les escribí a los míos, y yo sé que es —Cris miro su rectangular paquete con bastante emoción—. Aunque es probable que para usarlo necesites la ayuda de Jazmín.

Jonathan, somnoliento pero emocionado, tomo los cuatro regalos y uno a uno los fue poniendo sobre la cama.

Abrió primero el paquete de Juani, dentro había una dotación bastante grande de dulces y alimentos instantáneos.

—Mi tío me ayudó —Juani miraba la comida hipnotizado.

—Puedes tomar algunos si quieres, Juan —Dijo Jonathan, aguantando la risa.

Tomo el regalo de Cristian y le quitó el papel lentamente, cuando por fin lo saco pudo ver un gran libro de cuero, el cual, era ni más ni menos que un álbum de fotos.

—Puedes guardar allí las fotos que consideres importantes —Dijo Cris con satisfacción—. ¿No es genial?

Jonathan le agradeció y metió el álbum en su mochila. Tomo el paquete que le habían enviado los padres de Gregory y lo subió a su cama. Era bastante pesado. Comenzó a rasgar el papel en el que estaba envuelto, mientras los demás, poco a poco, iban poniendo cara de sorpresa al ver el equipo de alpinista que le habían regalado.

—Demonios —Dijo Greg mirando el equipo con envidia—. A mí generalmente me regalan ropa...

—El alpinismo puede ser muy útil en la escuela —Dijo Juani con cierto sarcasmo.

Jonathan puso la caja con el equipo debajo de su cama y busco el regalo que más le importaba. Juani le pasó el paquetito, mientras se metía dulces en la boca.

Jonathan lo tomo y le quitó el listón, mientras removía el papel una sonrisa se dibujaba en su rostro. Cuándo removió el papel por completo una lágrima salió de uno de sus ojos.

Su madre le había enviado una foto, una nota y un collar del Demonio de Tazmania, en la foto se veía a Jonathan, a Samantha (Su pequeña hermana) y a su madre. Greg la tomo y sonrió.

—Tienes una familia muy hermosa, amigo —Dijo Greg.

—Si, bastante hermosa —Juani lo miro—. Pero tú, tú saliste feo. Igual de feo que Meneses cuando se deja el bigote.

—¡Te escuché!

Jonathan río, se colgó el collar en el cuello y tomo la nota, reconoció la letra tan parecida que madre e hijo tenían:

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