27. El Derrumbe

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Connie y Rodrigo salieron de la cueva después de comprobar que nadie estaba cerca. Al salir, lo primero que vieron en aquel paisaje fue a Olivia, debajo del gran árbol, su piel era pálida y tenía los ojos cerrados, parecía dormida, el suéter de Cris aún le cubría la herida que había acabado con su vida.

A un par de metros, el Caballero Diamond estaba en el suelo, su espada, embarrada de sangre, estaba clavada en el césped y su sangre había llegado al río, donde un porcentaje del agua se teñia de un rojo carmesí.

Connie y Rodrigo miraron fijamente a su amiga por unos cuantos segundos, Rodrigo se acercó y abrazo el frío cadáver antes de volver a tomar la mano de la peliazul, para alejarse de allí.

—Cuánto más rápido encontremos a los demás y matemos a Norberto, todo bien —Dijo Connie.

Ambos chicos miraron hacia arriba, la gran nube de humo seguía. La chica sujeto con más fuerza la mano del niño, preguntándose qué habría provocado aquel humo.

Era algo fácil rastrearlos, debido a las botellas vacías de Nubex que Cristian dejaba en cualquier lugar; algo así como las migajas de Hansel y Gretel, a la vez siendo comportamiento bastante sucio que, en aquel momento, les servía mucho a ese duo.

No llevaban la mitad de la ruta para salir de la cueva cuando los quejidos de los Sangaree volvieron a escucharse, siendo más perturbadores de lo que de por si ya eran. El dúo volvió a aminorar el paso y se asomaron hacía fuera de la cueva; vieron a unos pocos Sangaree de espaldas, caminando torpemente.

Rápidamente, Connie sujeto a Rodrigo y se escondieron entre las sombras, la chica estaba segura de que no los verían, lo único que podría delatarlos sería su olor o el ruido que podrían hacer.

—¿Y ahora que vamos a hacer? — Pregunto Rodrigo, mirando a la chica.

—Esperar, pequeño...

Rodrigo asintió y miro fijamente a la chica del cabello azul. Connie apartó la vista, sabía que aquel pequeño le preguntaría más cosas. ¿Quizás sobre ella? ¿Sobre su relación con Kristen?

—¿Soy o me parezco? Odio que me vean de esa manera — Susurro Connie.

—¿Norberto te cumplió lo que te prometió?

Connie vio a Rodrigo. No sabía que responderle, la verdad, nunca creyó del todo en lo que ese fantasma prometía, aunque algo dentro de ella le hacía creer que él tenía el poder suficiente para eso.

—Claro que no — La respuesta fue clara y directa—. Norberto jamás lo cumplió, solamente se aprovecho de mi confianza y por su falsa promesa, jodi a personas que jamás se metieron conmigo. Incluso, me pidieron ayuda amablemente.

Rodrigo solo la miro. Sentía compasión y un poco de simpatía por aquella chica. Sabía que estaba conociendo un lado de Connie que casi nadie sabía de su existencia.

— Si tú hermana se entera que tú y yo somos amigos, me va a golpear a mi, ¿Sabes? —Dijo Connie riendo ante la idea.

—¿Por qué? —Pregunto Rodrigo un poco sorprendido—. ¿A ella que le hiciste?

—Veras, hubo un tiempo donde ella salía mucho con Rafa González. La verdad, no se el motivo — Explicaba Connie, mientras se pasaba la mano por el cabello—, pero el chiste es que, un día, después de una clase, les grite que se casarán. Y Rafa sonrió, pero tú hermana le quitó una escoba al conserje y me persiguió por toda la escuela... Supongo que le ofendió mi comentario...

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