Escuela de Escritores

21. Al Final de la Torre.

1

Años más tarde, Jonathan se daría cuenta que todos, de alguna manera, se habían percatado que el final estaba cerca. El día martes 5 de marzo, ninguno de los miembros del equipo fue a clase. Salvo Rafa, quién miraba con sorpresa y confusión los asientos vacíos.

Se había enterado que Juani estaba en el aula de castigo, además de que hace días Ximena no se presentaba a las clases, pero le extraño ver desocupados los asientos de Jonathan, Gaby, Cris y Rodrigo. Al igual que los de Alex, Olivia, Jazmín, Flavia y Casandra.
Benja y Alulusa también estaban ausentes, cosa que dejó a Rafa con más dudas que otra cosa. Debido a que esa mañana, había visto a su rubio amigo en la habitación, arreglándose para ir a sus clases.

—¡Gonzalez! ¿Está prestando atención? —Pregunto la maestra Yuri y el chico volvió a fijar su mirada en la pizarra.

Al parecer solo él se percataba de la ausencia de sus compañeros, los demás no parecían darle importancia, ni siquiera los profesores.

«Quizás él haga algo para que su desaparición pase desapercibida —Se dijo Rafa.

Sin darle más vueltas al asunto, Rafa aparto a sus amigos de su mente y comenzó a copiar los ejercicios que estaban anotados en la pizarra, ignorando que en otro lado de la escuela, Franco Zarate se encontraba escondido detrás de unos arbustos, cerca de la tumba de Norberto. Esperando una indicación. Indicación que llegaría horas más tarde.

2

La respuesta de dónde se encontraban cada uno de los amigos de Rafa, tiene tres versiones diferentes. Ese mismo día, curiosamente, fue escogido por estos tres grupos para “actuar”

El primer equipo estaba conformado por Alanis y Benja, los cuales se pasaron todo el día escondidos.
No en un solo lugar como Franco Zarate, si no, que estuvieron en puntos específicos de la escuela. En busca de Ximena y del Vitafortis. Para ese momento, podrían asegurar que aquella chica había robado el libro. En esos momentos, Alu y Benja se encontraban en la biblioteca, no buscaban nada en particular, solo deseaban toparse a la chica.

—¿Crees que ella podría estar aquí?

—Tal vez — Respondió Alanis, recorriendo los estantes. Fingiendo estar en busca de algún libro—, ¿Tú donde esconderias un libro?

—No sé... ¿Debajo de mi cama?

Alu lo miro fijamente. Y Benja sonrió.

—Veras, Juani Rubio. Creo que puedo pensar igual que Ximena —Explico la chica—. Y no, no estoy dando a entender que pienso solamente en Jonathan y en Erick. ¿Sabes en qué otra cosa podría pensar esa chica?

—¿En comida?

—No. Piensa, Benja...

Benjamín analizo y se percató de que casi no conocía a Ximena. Habían cruzado unas cuantas palabras y convivido mucho tiempo. Pero siempre se la pasaba escondida, oculta de las personas...

—¿Crees que ella se esconderia aquí?

—Sí y no — Respondió Alanis, mientras revisaba algunos discos de vinil que había encontrado en un estante—. Creo que ella es hábil escondiendo, ocultando cosas y fingiendo que todo está bien. Trato de comprenderla. Cuando venía aquí, la veía sentada en aquella mesa —Señaló una mesa en el centro—, no se movía o leía algo. Solamente se quedaba quieta, al parecer hablando con alguien... Este es solo uno de los lugares donde nuestra amiga podría estar.