10. Halloween en Radio School.

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Juan Ignacio corría lo más rápido que podía. Detrás de él, Fran, Cris, Greg y Rodrigo lo perseguían. Gritando su nombre para que se detuviera. Corría hacia la enfermería, la cual se encontraba a la izquierda de la entrada al internado.

Cuando llegó, entro sin esperar a los demás. Y, para su sorpresa, vio que era una especie hospital en miniatura, había por lo menos treinta cubículos, con camas grandes, tendidas con colchas blancas. Una salita hasta el fondo, donde supuso que dormían los doctores y enfermeras.

—¡Eh! ¡Juan! —Lo llamo Jonathan, desde la última cama de la derecha.

Juan Ignacio fue directamente con sus amigos; Casandra, Jazmín y Jonathan rodeaban la cama, y en ella, acostada estaba Alanis.

Juani sintió furia al verla con el ojo morado, el cabello sucio y alborotado y manchas de sangre en su ropa.
Haciendo caso omiso a sus amigos, se acercó a la chica y le tomo una de sus manos, la cual sujeto con fuerza.

—¿Qué fue lo que sucedió? — Pregunto Jonathan, mirando a Casandra.

—Pues yo...

Las puertas se abrieron de par en par y Greg, Cris, Rodrigo y Fran entraron, cansados.

—Mierda, Irusta —dijo Cris—. Te dijimos que nos espera...

Cris se vio interrumpido ante las miradas de sus amigos. Los cuatro caminaron lentamente hacia la cama que ocupaba Alanis y simplemente la miraron. Greg ocupo un lugar al lado de Casandra y puso su mano en el brazo de Dragonside.

—¿Qué te hicieron, mamá Alu? —Greg parecía molesto y a la vez algo triste.

—Eso nos iba a contar Casandra, ¿Verdad? —Pregunto Jonathan y su amiga asintió.

—Verán...

Casandra comenzó a contarles todo lo que ella sabía; antes de quedar inconsciente, Alulusa había logrado contarle que había sucedido. La escuela parecía desierta, su encuentro con Zarate y sus amigos, sobre qué él quería cazarlos uno por uno, y que había mandado a Anahí y a Liliana por Jonathan.

—Bueno, eso ya lo sabíamos en realidad — Interrumpió Cris, algo incómodo.

—¿Cómo? — Pregunto Jonathan, confundido, ya que ni Cris, ni Juani, ni Fran estaban en el momento que Daniela fue por él.

—Greg se los dijo —Respondió Rodrigo en tono aburrido.

Jonathan miro a su amigo y este le sonrió avergonzado, le había pedido que no se lo contará a nadie, pero había olvidado que Murtons era malo guardando secretos.

—No me mires así, Salazar —Replicó Gregory—. Mejor explicanos: ¿Por qué mierda tienes un barquillo destrozado en la cabeza y helado derretido escurriendo por la misma?

Jonathan lo observó por unos segundos. Había olvidado que Ximena le estrelló su helado al verlo con Anahí, sin embargo, ignoro las miradas burlonas de sus amigos y miro a Casandra.

—Prosigue...

—Pantimedias y yo salimos de la Torre. Durante la emisión había escuchado gritos de dolor, y —La voz se le quebró— yo los vi... Vi como aquellos bastardos estaban a punto de golpearla...

Escuela de EscritoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora