1
Alex se adelantó. Tratando de borrar de su mente la imagen de Casandra siendo electrocutada, la de Olivia siendo atravesada por la espada de Diamond, Flavia siendo sacudida por la raíz, Rafa cayendo y de Jazmín empalada. Caminaba rápidamente, mientras que atrás, sus pocos amigos aún auxiliaban a Benja, la hemorragia nasal no parecía querer detenerse.
Llegó hasta las escaleras y se emociono. Abajo estaría el tercer y último nivel y por fin, podrían matar a Norberto y vengar a todos los que murieron en ese viaje. Fue entonces, cuando la vió, grande, gorda y monstruosa. Tía Martha, la tía del chico que protagoniza el Vitafortis.
Noto que al tener un gran tamaño y gran peso, sería bastante fácil de esquivar. Alex sonrió, y se dispuso a ir con sus amigos, cuando llegó a él, esa visión.
Ellos esquivaban a Martha, y la dejaban vivir, nadie resultaba herido, a no ser... Al no enfrentarla, Martha estaría en condiciones para matar a quien fuera. Entonces, Alex vio a tres siluetas llegar tras ellos. Dos de ellas estaban borrosas, pero él conocía a una de esas personas. Greg Murtons y otros dos llegarían, pero, al no enfrentar al monstruoso ser, Murtons y las otras dos siluetas habían sido asesinados. Y no solo eso, al llegar frente a Norberto, quedarían atrapados y encerrados por la eternidad, ya que el destino era ese. O, tal vez...
Alex salió de ese trance, ¿Greg enserio iría a auxiliarlos? De ser así, ¿Uno tendría que quedarse a distraer a Martha mientras los refuerzos llegaban?
— Y al final — Dijo Alex y una sonrisa melancólica se dibujaba en su cansado rostro—, el amor que tú das, es igual al amor que recibes...
Alex giro a ver a sus amigos y en ese momento entendió quien se debía quedar. Corrió hacia ellos y los abrazo a todos. No le importo que Benja manchara su uniforme con su sangre.
— Los amo chicos...
Es abrazo fue dado con bastante fuerza. Todos, algo incómodos, correspondieron ese abrazo y cuando Alex los soltó, les hizo señas para que lo siguieran.
— Ya es el último nivel de la noche, caballeros —Dijo Alex sonriendo—, si todo sale bien...
Alex no termino de hablar, en realidad, nadie hablo. Lo vieron y se detuvieron. Instintivamente los varones se colocaron frente a Alu y Gaby.
Franco Zarate también se detuvo, mirándolos fijamente. Ninguno decía nada. El chico de dientes horribles los ignoro y comenzó a caminar. Ellos no eran su objetivo esa noche.
—¿En donde está Ximena? —Grito Jonathan impulsivamente.
Zarate se detuvo y miro fijamente a Jonathan.
— Está allá abajo — Respondió—, pero no importa... ¡Todos morirán, tarde o temprano!
Y riendo continuo avanzando, paso a su lado, mientras los chicos lo miraban confundidos y con repugnancia. Y sin más, avanzaron ellos también, lo que hiciera ese idiota no era de su importancia... O eso creían ellos.
2
En realidad, él sabía lo odiado que era en esa escuela. Una mente brillante pero dada a un tipo de lo más nefasto.
Norberto Roland Gibson era feliz en ese lugar, durante años, Radio School se había convertido en su hogar, aunque no todo era miel sobre hojuelas.
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Escuela de Escritores
Dla nastolatkówEn Radio School los chicos quedan en coma durante cierto tiempo, ocasionadas por un viejo estudiante que falleció tiempo atrás y quiere volver a costa de la vida de otros, Jonathan, Cris, Greg y Juani se embarcarán en una aventura para tratar de ave...