Escuela de Escritores

32. ¿Esto es un adiós?

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—¡Déjenme! —Grito Alex, mientras Greg y Benja le trataban de arrebatar la caja de pizza que sujetaba con fuerza.

—¡Vamos, Alejandro! —Grito Greg— ¡Yo también quiero!

—He esperado todo un año para este manjar —Reprochó Alex, corriendo hacia el árbol más cercano y sacando una rebanada de pizza de la caja.

El mayor la observó y sin más, le dio una mordida. Benja y Greg lo miraban atentamente, mientras masticaba y una sonrisa se dibuja en su rostro. Finalmente, había logrado su cometido.

Era el mes de Julio, habían pasado ya dos meses desde que Norberto había sido derrotado, y la paz y alegría inundaba Radio School.

La versión que el director dio sobre la fuga de los alumnos había sido una pequeña travesía por el bosque que se encontraba a las afueras de Radio School. Cosa que no convencía a muchos, tomando en cuenta que Franco Zarate se encontraba entre los alumnos desaparecidos esa noche, y la mayoría estaban conscientes que él no se llevaba bien con los otros compañeros.

Las lamentables muertes provocadas por Gibson, siguieron siendo atribuidas a ataques de estrés. Librando un poco de problemas a la escuela y, en específico, el director Irusta.

El trofeo ganado por los chicos y el título de servicios especiales posaban en el estante de trofeos, lugar que era visitado con regularidad por Jonathan y los demás. Se podría decir que todo en la escuela había vuelto a la normalidad (sí es que alguna vez esa escuela fue normal). La relación de Mariana y Rafa avanzaba bastante bien, Fran por fin era libre, Alulusa seguía contando malos chistes, Cris iba a un grupo llamado Nubeadictos Anónimos, Connie volvía a ser cruel, Zarate seguía golpeando a los demás alumnos y Ximena volvía a ser feliz.

Ese día, un par de semanas antes de que el año escolar concluyera, mientras todos se encontraban estudiando para los exámenes finales; excepto el grupo ganador del torneo de escritores, Juani llegó emocionado. Llevaba un papel que, al parecer, era una especie de poema.

—Buenas noticias —Juani parecía sonriente.

—¿Qué ocurre? —Pregunto Jonathan mientras devoraba un plato de salchichas con tomate.

—Mi tío quiere que nosotros nos encarguemos del espectáculo de despedida este año —Dijo Juani, entregándoles la hoja donde estaba escrita la letra de una canción bastante conocida.

—¿Hello, Goodbye? —Pregunto Cris, el cabello le estaba volviendo a crecer.

—¿Cuántas veces tendré que decirles que no me gustan The Beatles? — Pregunto Jonathan, molesto.

—Creía que está canción la cantaban los Stones —Dijo Greg, sorprendido.

—Esa canción la selecciono mi tío, además, ¿De qué te quejas Jonathan? ¡Eres buen cantante! ¿Ya olvidaste cuando estuvimos con el Sargento Pimienta?

Jonathan, Greg y Cris miraron la hoja unos instantes; no les entusiasmaba la idea de cantar frente toda la escuela. Sin embargo, si era una orden del director y Juani estaba emocionado, no veían el motivo por el cual no participar.

—De acuerdo, pero me darás una caja de Nubex cómo pago —Condicionó Cristian algo sonriente.

—Andate a la mierda, Meneses.