Capítulo 4

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Rick

Caminé llevando conmigo solamente una bolsa nehra llena de armas y un bidón en las manos por la carretera en busca de una gasolinera.

Minutos después estaba frente a una casa pequeña.

-hola-dejé la bolsa con armas en el suelo librando mi mano derecha para así taparme un poco del sol-soy oficial de policía, ¿tendrían algo de gasolina?-pregunté mientras avanzaba hacia la casa.

Toqué repetidas veces la puerta esperando que alguien se aproximase a ella, pero nada.

-¿hay alguien en casa?

Nada.

Observé las ventanas las cuales ya estaban cubiertas de polvo, me asomé en una para ver si había alguien en ella pero...

Dios nos perdone.

Estaba inscrito en sangre en la pared de la habitación, en un sillón había un hombre, la parte de arriba de la cabeza no estaba, y en su mano derecha llevaba una escopeta.

En el suelo se hallaba el cuerpo de una mujer en las mismas condiciones que el hombre, ambos cuerpos estaban siendo comidos por las moscas.

Caminé resignado hacia donde estaba mi bolsa pero un relincho llamó mi atención.

Un caballo.

A unos metros de mi estaba un caballo color caramelo con algunas manchas blancas.

Me acerqué a él ya con la bolsa en la mano y monté el caballo.

-vamos despacio ¿si? Hace mucho que no hago esto-le hablo y este aceleró más el paso-wo...wow...despacio amigo, despacio.

Sin más me dirigí a la ciudad esperando que las cosas allá no hallan empeorado.

***

Miles de autos abandonados estaban en la autopista, en algunos se hallaban cadáveres pudriéndose dentro de ellos y otros tirados por las calles.

Todo estaba en absoluto silencio.

Pero comencé a escuchar unos ruidos, no podía distinguirlo hasta que lo vi a través de un edificio.

Un helicóptero.

Tiré las cuerdas del caballo siguiendolo dentro de la cuidad.

No pensaba ni miraba nada más.

Mala idea.

Al doblar una esquina mi mirada se apartó del helicóptero y se enfocó a lo que tenía frente a mi.

Una horda de caminantes estaban ahí, gruñendo hambrientos.

Asustados tanto el caballo como yo, no me hizo falta tirar de las cuerdas puesto que él mismo retrocedió pero en cuanto aparté la vista enfrente mío vi a más caminantes, rodeandonos, empujandose entre ellos para llegar hasta aquí.

No hay salida.

El caballo se levantó en dos patas al ver a los caminantes ya encima de nosotros, caí de espaldas por el salto de este.

No dudaron en agarrar y devorar al caballo quien relinchaba asustado y adolorido.

Desesperado busqué la bolsa con armas pero la vi muy lejos de mi, estaba rodeado de caminantes.

Como obra del destino visualicé a unos pocos metros un tanque de guerra, corrí hasta el y me arrastre por debajo con algunos caminantes cerca de mi, puesto que la mayoría estaban comiéndose al pobre caballo.

Tomé mi pistola matando a los que estaban más cerca de mi, pero era inútil, mientras más mataba más caminantes venían y menos balas tenía.

Tan sólo me quedaba algunas y no eran suficientes.

Lo siento Lori, Carl.

Cuando estaba a punto de apretar el gatillo vi una pequeña abertura frente a mi, no dudé en meterme dentro de ella trepando a lo alto mientras pisaba las cabezas de algunos caminantes que estaban por morderme.

Tapé de inmediato la abertura y ya dentro del tanque pude respirar tranquilo.

Me llevé un gran susto al ver a mi derecha un cadáver.

No le di importancia y conté la cantidad de balas que me quedaban.

Miré denuevo a la lado al muerto y vi que cargaba una pistola y una granada.

Estaba atorada la pistola, pero seguí intentándolo hasta que noté que empezó a moverse, alzé la mirada y vi que me estaba gruñendo, caminante.

Antes de que pudiera moverse lo apunté con mi pistola y le disparé, directo en la cabeza.

Me alejé del cuerpo del caminante y me senté aún con la pistola en la mano.

No había oportunidad de que saliera vivo, estaba rodeado y no dudaba que llegaran a entrar al tanque.

Levanté la mano donde estaba la pistola y apoyé mi frente en ella, cerrando los ojos con fuerza dándome por vencido.

Pero en eso escuché una interferencia, giré la cabeza siguiendo con la vista en ese ruido.

-oye tu...tu idiota, si el del tanque-fruncí el ceño-¿estas cómodo ahí adentro?

The Walking Dead (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora