Música...
Risas...
Globos...
Valió la pena todo el esfuerzo que hice por ver esa hermosa sonrisa en su rostro, me transmitía una cálida y cómoda paz en mi interior por lograr mi objetivo.
Verlo feliz.
Pasó corriendo por mi lado seguido por los demás niños hacia el patio trasero de Rose, una mujer de edad avanzada, abandonada por su esposo al no poder darle hijos, pero a pesar de estar sola era un amor de persona y con un sentido del humor muy contagioso.
Hablando de ella...
-niña, quédate quieta o harás un pozo en mi sala-miró por sobre mi hombro a la mencionada quien me miraba divertida.
-está tardando.
-si sos así ahora no me quiero imaginar casada, que Dios se apiade de ese pobre hombre-murmuró por lo bajo pero la escuche.
-te escuché, anciana-la miro mal.
-esa era la idea, niña-toma asiento en uno de los sofás-ya tranquilizate Daka.
-estoy tranquila.
-no lo estas.
-claro que si.
-sólo estoy preocupada.
-puedes estar preocupada sentada y no dañar mi pobre e inocente piso-ruedo los ojos por su comentario-debe estar cazando algunas ardillas o un venado.
-dijo que traería al idiota de Merle-le cuento.
-¿el cretino suculento?-veo como se acomoda su cabello y los pechos.
Hago una mueca de asco.
-por más que trates de darle volumen esas cosas están por los suelos-digo soltando una carcajada por mi comentario pero me callo al sentir el impacto de un cojín en mi cara-que mierda es...
-ruega que sea limonada y no pipi-dijo Rose mirándome divertida mientras tiro lejos ese cojín.
-no se como te aguanto-arrugo mi nariz.
-eso debería preguntarlo yo-dijo con una sonrisa-no se si recuerdas quién es la persona que te saca de las celdas cada vez que haces una tontería.
-no se si recuerdas quién es la persona quien trae tu costosa medicina arriesgando su trasero-contraataco.
-no se si...-comenzó a decir pero es interrumpida por...
-¡Daka!-llega corriendo Dylan y salta a mis brazos.
Dylan, es un niño de siete años, castaño y de ojos oscuros, de estatura baja a diferencia de los demás niños de su edad y rellenito, es un niño muy cariñoso y alegre.
El hombrecito de mi vida.
Mi amor por él es tan fuerte que haría lo que sea por verlo feliz como es ahora.
