Rick
-hijo de perra, deberíamos matarte-una mujer rubia se acercó de forma amenazante a mi apuntadome con su arma.
-calmate Andrea, retrocede-pidió uno de los sujetos que mató a los caminantes hace unos segundos.
-¿que me calme?
-vamos, déjalo-pidió una mujer morena a su lado.
-¿bromeas? Estamos muertos por culpa de este idiota-la mujer, ahora llamada Andrea, seguía apuntadome.
-Andrea-el mismo hombre quedó detrás de ella-dije que te calmes-al ver que no dejaba de apuntarme siguió hablando-o disparale de una vez.
En unos segundos dejó de apuntarme.
-muertos, todos-dijo mirándome horrorizada-por tu culpa.
-creo que no entiendo-fue lo único que dije.
-oye-me agarró del brazo al hombre que tranquilizó a Andrea-vinimos a la cuidad en busca de suministros ¿sabes cuál es la clave de la búsqueda?-me empujó mientras caminábamos por un pasillo-sobrevivir, y la clave para sobrevivir es entrar sin hacer ruido. No puedes disparar por las calles sin razón.
-cada caminante a distancia te oyó-habló esta vez un hombre de tez oscura.
-y vienen por su almuerzo-dijo Andrea mientras miraba enfrente mío una horda de caminantes tratando de entrar por las puertas de vidrio.
-¿entiendes lo que dije?
Uno de los caminantes llevaba en las manos una roca y la golpeaba contra el vidrio.
-Dios mío-balbuceó Andrea alejándose seguida de los demás-¿que demonios hacías haya afuera?-preguntó una vez ya estando apartados de la vista fe los caminantes.
-quería contactar con el helicóptero.
-¿helicóptero? Eso es una idiotez, no hay helicópteros.
-perseguías una alucinación-comentó la mujer morena pensando que estoy loco-eso suele pasar.
-yo lo vi-contesté seco.
-oye T-dog-el hombre a mi lado miró al de tez oscura-intenta comunicarte, habla con los otros.
-¿a los otros?-pregunté alternando la mirada entre ambos hombres-¿el centro de refugiados?
-si el centro de refugiados, nos esperan mientras cocinan galletas.
-no tengo señal-comentó T-dog-quizás en el techo.
De repente sonó un disparo del techo.
-oh no-dijo Andrea histérica.
-¿que está haciendo ese maníaco?-gruñe la morena molesta mientras seguimos los disparos.
Al llegar a la azotea vi a un hombre calvo con una escopeta en la mano, tenía un aire arrogante.
-oye Dixon, ¿estas loco?
Este se rió y volvió a disparar.