Todo Cambió [Prince Royce] [TC 1]

Capitulo 15: Corazones Rotos, Sufrimiento y Rencor.

Emeraude´s POV

Dos semanas. Dos perfectas y estupendas semanas. El plan estaba funcionando. Todo estaba sucediendo al pie de la letra. La sustancia que me consiguió Scarlet para causarle una media amnesia a Geoffrey había funcionado. Estoy feliz. Completamente feliz. Geoffrey se está enamorando de mi otra vez, y me está seduciendo. Todo es excelente sin ella. Todo es mejor así. Cumplí mi amenaza, y allá está, encerrada, de donde nunca debe salir. Emely es la desgracia en persona, y me voy a encargar de que sufra, de que sufra ella y su familia. Todo lo que tenga que ver con ella. Haré que conozca el dolor en persona. Es una miserable que nunca debió meterse en mi camino, porque el que se cruza en el camino de Emeraude Toubia, es sacado del camino a toda costa. Esa soy yo. Una mujer decidida a conseguir lo que quiere a toda costa, sin importar a quién tenga que llevarme en el camino, para lograrlo.

Lo mejor de la amnesia de Geoffrey, es que, además de que no recordaba todo lo que habíaa vivido con Emely, tampoco se acordaba de lo malo que pasó entre nosotros. Era como empezar de cero. Sin Emely, sin errores, sin nada. Él y yo. Limpios de toda difamación.

Geoffrey entró a mi apartamento, sin tocar, como solía hacerlo últimamente. Llevaba unos jeans negros desgastados en las rodillas, unos tenis Jordan rojos con negro, una camisa de cuados rojos y negros, y una correa plateada con la hebilla de Michael Jordan. Andaba despeinado. Amo verlo así, se ve más sensual. Me sonrió. Se acercó a mi y depositó un tierno beso en mis labios.

-¿Cómo estás, nena? -preguntó.

-Mejor ahora que te veo, corazón -le contesté sonriendo.

-Me encanta ser el motivo de tu felicidad, ¿Sabías?

Amo a este nuevo Geoffrey. El Geoffrey que yo edifiqué. Que yo construí. Que yo transformé.

-Y yo amo ser feliz gracias a ti. Te amo, bebe. -dije mientras lo besaba, mordiéndole el labio inferior.

-Mi amor, tengo que hablar contigo. -dijo algo nervioso.

-Pues aquí me tienes, para ti solita, cariño. ¿De qué quieres hablar? 

-Eres la mujer de mi vida... Quiero que nos casemos… Quiero que seas solo para mi, y yo ser solo para ti, mi vida… Quería decírtelo en un momento especial, pero todos los momentos son especiales si tú estás en ellos, y ya no aguanto más. ¿Aceptas? –dijo mientras hacía puchero.

Geoffrey me estaba proponiendo matrimonio. Las cosas no podían ir mejor.

Sonreí. 

-¡Pues claro que sí mi amor! –dije muy emocionada.

(...)

Emely´s POV

Dos meses y medio. Dos largos y tediosos meses y medio. Casi tres meses. Encerrada, rodeada de un grupo de locos desquiciados. No sé como sigo viva, con los tratos que me dan aquí sé que terminaré perdiendo el juicio. No les importa mi estado, siquiera. Ya voy para cinco meses de embarazo. Si me tratan de la manera en que lo hacen estando embarazada, no quiero ni pensar como me van a tratar cuando ya no lo esté. Ahora que lo pienso... ¿Qué va a pasar conmigo y con mi hijo cuando nazca? ¿Y si me lo quitan? No. Primero muerta. No dejaré que lo arranquen de mis brazos. Tengo la esperanza de que Geoffrey me sacará de aquí pronto, que me está buscando.

Aquí en el "Sanatorio", como le llaman los "enfermeros", es de la siguiente manera:

Cada "paciente" utiliza un "uniforme". Tiene una habitación con una "cama", una "mesa" que tiene una jarra llena de agua, un reloj colgado en la pared y un baño. No podemos salir de allí sin que se nos pida, ya que ahí tenemos "todo lo necesario para nuestra supervivencia". Nos llevan desayuno a las 8:00 am, almorzamos juntos en el comedor a las 12:30 pm, donde pondemos ver una televisión que hay, y nos sacan al patio a "tomar el sol" a las 4:30 pm. Si te pones rabioso, te inyectan y te impiden la salida por ese día, y van extendiendo el tiempo si es necesario. A eso le llaman "castigo". Cuando "te portas muy mal", te castigan de otra manera, te llevan a una habitación acolchada, de ponen una camisa de fuerza, te inyectan y te dejan ahí por unos días, sin bañarte, sin hidratarte, ni alimentarte. Nada. Una vez a la semana tienes una terapia con un "médico de la mente" de una hora, para ver si has "mejorado o empeorado".