Capítulo 26: Miedos e inseguridades 2/2

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Eimy's POV

Escuché un ruido.

Me espanté. No podía ver quién era. Me vino el peor pensamiento a la mente.

¿Y si era Javier? ¿Y si llegó para anunciarle a Emeraude personalmente la muerte de Geoffrey?

Traté de empujar esa idea fuera de mi mente, pero era imposible.

Pasaba el tiempo.

Seguía escuchando voces.

Decidí hablarle nuevamente mediante telepatía.

¿Geoffrey? ¿Estás ahí? ¿Estás bien? ¡Respóndeme!

Pasaban los minutos.

No obtenía respuesta.

Estaba tan nerviosa que no me percaté de las lágrimas que corrían por mis mejillas.

NO ES JUSTO.

No es justo nada de lo está sucediendo... A ninguno de los tres. Todo cambió desde que Geoffrey llegó a mi vida. Esos tiempos en los que yo lo "odiaba" y mírenme ahora... a punto de enloquecer por no saber cómo está -pensé mientras un intento de sonrisa se asomaba por mi cara-.

Si a Geoffrey le pasa algo no tendría por qué vivir. Solo mi hijo. Dios... Dame fuerzas, las necesito.

-¿Eimy? ¿Estás bien? ¡Qué susto! ¡Pensé que no te volvería a ver! -dijo esa hermosa voz que interpretaba aquellas maravillosas canciones.

Era su voz, no en mi mente, estaba ahí.

Levanté mi cabeza para ver si mi sentido de la escucha no me fallaba producto de los nervios.

Estaba ahí.

Caminando hacia mi.

Esos hermosos ojos cafés estaban acercándose cada vez más.

Pensé dos cosas: O Geoffrey había muerto, al igual que yo, y nos estábamos reuniendo en la otra vida, o él realmente estaba ahí. Estaba mas convencida de la primera opción, pero eso fue solo por un momento, ya que no estaba vestido de blanco como en las películas, llevaba la ropa que tenía la última vez que lo había visto, hacía unas horas, pero manchada de sangre.

Estaba vivo. 

Eso creo.

Pude leer algo inmediatamente en su mirada: preocupación.

Busqué en mi interior alguna fuerza que me permitiese hablarle, la encontré, pero débilmente.

-¡Me mataste del susto! ¿Por qué no me respondiste? -dije con un hilito de voz.

Me tomó de la barbilla para que lo mirara fijamente.

-Perdóname, pequeña, es que... Es muy difícil de explicar. La sangre no es mía, por lo menos no completamente. Nada grave. Vi una oportunidad y Javier y yo forcejeamos. Lo dejé inconsciente, pero no por mucho... Emeraude no está. Es nuestra oportunidad. ¡Podemos escaparnos! No tenemos mucho tiempo. Más tarde te explico.

Mientras hablaba, acercó una varilla y empezó a frotar las cadenas de mis manos. Hizo lo mismo con la de los pies. Fue cuando pude percatarme de sus heridas.

Tenía moretones y cortadas por todo el cuerpo, sangre seca en las orillas de sus labios y uno de sus brazos hinchados por una herida. El brazo derecho.

Actuaba como si no le importara.

Eso me molestaba y me enorgullecía a la vez. Siempre se sacrifica por quienes ama, pero se deja a si mismo en segundo plano.

Todo Cambió [Prince Royce] [TC 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora