¿Qué hago Dios mío, qué hago? Ir al hospital… Eso… No puede ser… Él no se puede morir… No puede… No mi Geoffrey... No... ¡Él no!... ¡NO! Yo lo amo… Y no se puede ir… ¡NO PUEDE! El único hombre con el que he sentido algo verdadero… El único hombre que he amado en los 20 años que tengo de vida… ¿EMELY QUÉ TANTO PIENSAS? ¡LÁRGATE AL HOSPITAL! –me regañó mi subconciente.
Salgo corriendo de mi habitación, y a penas me doy cuenta de que hay lágrimas corriendo por mis mejillas. Cuando voy bajando las escaleras, me tropiezo con Mary.
-¿Eimy? ¿Qué tienes? -me preguntó preocupada.
No me salía el habla.
-Es que.. yo, Geoffrey... -los sollozos impedían que mi hermana entendiera algo.
-Emely, respira, vamos, cálmate.
Hice lo que ella me dijo, respiré, expiré. Cuando mi respiración se normalizó un poco, y sentí fuerzas para poder hablar, le dije:
-Geoffrey me llamó, estaba enojado, estaba conduciendo, y... íbamos a vernos... estaba muy mal... iba muy rápido, me quería decir algo importante... De repente escuché un ruido desastroso por el teléfono y se cortó la llamada, creo que se accidentó Mary, él no se puede morir Mariela ¡Él no! -dije desesperada sin evitar que las lágrimas salieran en abundancia por mis ojos.
-Pero Eimy, ¿Qué esperas? ¡Vamos al hospital! ¡Ya debe estar allá! Además... No sabes si no es tan grave como crees... Pero démonos preisa, de todas formas. -dijo mientras se apresuraba a tomar su mochila y a pasarme mi cartera.
-No puedo creerlo… Él… ¡Me iba a decir algo muy importante hermana! –dije llorando.
-¡Eimy vámonos!! ¡Luego te lamentas! ¿Crees que a mí no me duele que el hombre que me enseñó a “Live Life Smiling” haya apagado su sonrisa? Pero te aseguro que no se morirá… ¡Habemos demasiadas Roycenaticas que rezaremos y no lo permitiremos! Así que mueve ese trasero y vamos al hospital… Vámonos en el auto de mamá, así llegaremos mas rápido. -dijo mientras se apresuraba a tomar las llaves del coche.
Salimos rápidamente y subimos al auto, Mary se subió en el lado del conductor y fuimos directo al hospital.
(...)
Llegamos al hospital principal de la ciudad. En caso de que Geoffrey hubiera parado en un hospital, estábamos seguras de que era en ese.
Cuando entramos, mi preocupación aumentó.
Emeraude estaba llorando en medio de la sala de espera, rodeada de una mujer de unos 50 años, de tez blanca, pelirroja, de pelo corto, y una joven morena de pelo negro y largo, aproximadamente de mi edad, consolando a la primera, pero con preocupación reflejada en su rostro. Al fijarme bien, se parecía mucho a Geoffrey, debía ser su hermana, menor, claro está, y esa debía ser su mamá.
Al ver esa conmovedora escena, no pude evitar que el llanto me invadiera nuevamente. Me senté con Mary a dos asientos, a la derecha de la que debía ser la madre de Royce.
Ella me miró con su rostro tranquilo, se paró y se sentó a mi lado.
Definitivamente era su madre.
Al acercarse, pude ver sus rasgos de más cerca. Tenía los mismos hoyuelos de Royce, y su misma mirada, era muy linda también, y estaba vestida elegante, con un vestido de flores que le llegaba un poco mas abajo de las rodillas y una chaqueta formal encima.
-Tú... Tú debes ser Emely... ¿Cierto? -me preguntó con la misma tranquilidad que reflejaba su rostro.
-Sí ¿Usted es? –dije con al voz quebrada.
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Todo Cambió [Prince Royce] [TC 1]
RomanceEmily Morales, la típica joven con ganas de cumplir un sueño: ser una bailarina reconocida en todo el mundo. Ella, sencilla, perseverante, terca, decide perseguir sus ilusiones asistiendo a una audición que le hará cambiar tanto sus ideales como su...