—Tu puedes—susurré para mí misma en un intento de ganar valentía.
Me levanté de mi asiento con mezcla de emoción y nerviosismo al escuchar a uno de los productores llamando por mi número de trainee, el cual nos daban en forma de un pequeño cartel junto con nuestro nombre.
Como siempre, mis nervios aumentaron cuando noté la mirada expectante de todos los jueces sobre mi, cada uno llevaba consigo mismo la hoja de evaluación en una tabla de apoyo. Estaban preparados para tomar nota de cualquier desperfecto en mi presentación. Quizá piensen que estaba siendo un tanto quisquillosa pero estoy segura que me entenderían al ver sus miradas intimidantes con ceño fruncido.
—Por favor, empieza tu presentación—dijo uno de los productores después de hacerme una serie de preguntas, algunas como cuánto pesaba, cuál era mi estatura, hobby y por supuesto la razón por la que deseaba asistir a los cursos de baile contemporáneo en Tokio.
Asentí haciendo una pequeña reverencia.
Tras un par de segundos el salón fue inundado por el sonido de la música al mismo tiempo que comencé a bailar siguiendo los pasos de la coreografía que había ensayado durante semanas.
Ese mismo día por la tarde estábamos Ryunji y yo haciendo las compras de la semana. Ella era la encargada de ir sumando los precios de la comida y yo estaba encargada de ir echando las cosas al carrito y tachar de la lista los productos conforme los fuéramos encontrando.
—Dos bolsas de arroz..—dije sin levantar la mirada de la lista, hice una X a lado de lo escrito y continuamos caminando por la isla del supermercado en busca de leche.
Noté que la expresión en su rostro era apagada, nada normal en ella. Estaba cabizbaja, entonces me preocupé porque sabía que algo estaba mal. Si me preguntaran cómo era Ryunji diría que es de esas personas que parece que su vida es toda una conferencia sobre motivación personal, era quien mejor daba consejos, aunque para ella misma ese no era el caso.
—Creo que uno de los dos debe tener algo que los haga diferentes...O que te haga sentir diferente ¿no crees?—Estiré mi cuerpo tomando del estante las cuatro cajas de leche, sí lo sé es mucho pero a todas nos encantaba el café por las mañanas.
Ryunji anotó el precio en la libreta.
El problema de Ryunji me parecía un tanto ¿patético? ¿irreal? es que ¿cómo puedes estar enamorada de dos chicos a la vez? es decir, no estamos en una película en la que un personaje místico y un humano pelean por el amor de su amada, la realidad no es esa. No vivimos con un montón de pretendientes siguiéndonos por la vida, bueno. Ese no era mi caso y nunca lo había sido, además no aguantaría estar de indecisa, las cosas son simples o te gusta o no, punto final.
Empuje el carrito de compras un tanto estresada por la situación de Ryunji.
—Pues como dicen las películas, sigue a tu corazón—dije bromista con aire teatral.
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Slash ©
Teen FictionElla es decidida, aunque en algunas situaciones de la vida como en el amor, se comporta de una manera completamente diferente a lo habitual. ¿Puede una chica estar enamorada de dos chicos al mismo tiempo? Obra registrada en Safe Creative. Código: 19...