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Capítulo 18. ¿Hice algo mal?

Después de que mi celular dejara de timbrar se hizo el silencio, solo se escuchaba el sonido de nuestras respiraciones y el de nuestros labios moviéndose al compás del otro. Todo está bien, pensé intentando tranquilizar el sentimiento de culpabilidad que invadía dentro de mí en ese momento.

Apreté mis párpados con fuerza cuando las manos de Taehyung se dirigieron indecisas a la parte baja de mi espalda y el recuerdo de Seokjin tomando mis manos se adueñó de mi mente. No puedo, no puedo hacerle esto...

Me aparté desheredandome de sus brazos confundida antes de que fuera demasiado tarde. Tenía mucho que asimilar de esa noche y era imposible cuando no dejaba de darle vueltas a mis pensamientos.

Taehyung no dijo nada, se quedó mirándome sin saber muy bien que había pasado.

—Lo siento—dije casi en forma de susurro.

—¿Pasó algo?—preguntó preocupado e hizo una pausa antes de hablar—¿Hice algo mal?

—No, solo...

Me quedé sin saber que contestar a su pregunta porque él no había hecho nada malo, solo yo era la que tenía un problema y ese problema tenía nombre y apellido, Kim Seokjin.

Él estaba a punto de decir algo cuando el sonido de mi celular lo interrumpió. Era la cuarta llamada de la noche, eso solo significaba que era algo urgente. Cuando miré el nombre sobre la pantalla sentí como toda mi sangre se fue hacia los pies. No era exactamente la llamada que necesitaba. ¿Por qué me llama?

—Contesta—dijo Taehyung.

Asentí con lentitud y me levanté de la cama para después salir de la habitación. Necesitaba que no me escuchara hablar con él. Salí del hostal y me senté sobre una de las bancas de afuera entonces acepté la llamada y enseguida me quedé perpleja cuando escuché su voz.

—Te extraño—dijo Seyeol a través de la llamada, su voz indicaba que había estado tomando—en serio ¿Qué tienes para atraerme tanto? ¿Por qué terminaste conmigo?

—Tu lo hiciste, tú terminaste conmigo.

—¿Por qué lo hice?—preguntó Seyeol sollozando—¿como pude perderte? ¿Por qué? Te extraño tanto que necesito verte.

—No quiero verte—solté sin más.

Había pasado semanas llorando por él, ya lo había olvidado.

Seyeol soltó una carcajada.

—Que linda te ves con esos jeans y tu suéter blanco además tu cabello se ve igual que siempre, sedoso y un poco largo—hizo una leve pausa antes de continuar hablando—como siempre, te ves hermosa.

Trague saliva con nerviosismo y bajé la mirada asustada.

—¿Cómo sabes lo que llevo puesto?

Seyeol suspiro y soltó una carcajada antes de contestar.

—Voltea a tu izquierda.

Asustada hice exactamente lo que me había pedido y me quedé en silencio, casi dejé caer el celular de mi mano cuando reconocí aquella figura, un joven alto, delgado y finos rasgos.