Capítulo 22. Quiero verte feliz

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El último día en Tokyo, Japón había llegado. Todo este tiempo en camino al aeropuerto había intentado parecer tranquila, aunque para ser sincera una parte de mí lo estaba. En menos de dos horas llegaríamos a Seúl, Corea y ahora todo regresaría a la normalidad. Extrañaba mi ciudad.

Volteé a mirar a Eunsoo, quien llevaba más de media hora profundamente dormida. Me puse los audífonos y me recargue sobre el asiento. Yo también debía dormir, mis ojos ya amenazaban con cerrarse ademas hoy regresábamos a la compañía. Tras un par de minutos Morfeo se adueñó de mí.

De pronto escuché a Eunsoo llamándome mientras me daba pequeños golpes en el hombro. ¿Tan rápido llegamos? Pensé acostumbrándome a la luz y estirando mi cuerpo.

—¿Ya llegamos?—pregunté bostezando y guardé los audífonos en mi bolsa.

Ella asintió tomando su equipaje de mano.

—Vamos, no podemos llegar tarde—dijo.

Acto seguido me levanté del asiento tan rápido como pude y sentí como el planeta giraba, es decir me maree. No había comido desde la cena y mi cuerpo lo comenzaba a notar. Recogí mis cosas a toda prisa y caminé detrás de Eunsoo hacia la salida del avión.

El aeropuerto estaba lleno, no sabia mucho de viajes pero quizá era porque faltaba poco para que empezara la primavera y muchos preferían viajar en esa época del año.

—¿Pedimos un taxi?—preguntó Eunsoo mientras cargaba su equipaje de mano.

—¿Y si mejor nos vamos en bus?— pregunté señalando hacia la esquina en donde estaba una parada de autobuses.

Ya habíamos gastado mucho.

—Mejor—dijo y comenzamos a caminar hacia la parada del bus, nos sentamos y tras un par de minutos éste se detuvo frente a nosotras. Finalmente salimos del aeropuerto Incheon en dirección a nuestro dormitorio.

Cuando el bus llegó a su estación bajamos arrastrando cada una de sus maletas hasta la calle en donde vivíamos. Cuando llegamos nos tenían una sorpresa, Seungna y Ryunji nos esperaban afuera del dormitorio.

ㅡ¡Hola!—las saludé con una sonrisa mientras las abrazaba con felicidad.

Las había extrañado mucho. Ellas eran como unas hermanas para mí, habíamos pasado momentos de alegría al igual que de tristeza, de esos en los que piensas que nada va a mejorar, en fin siempre nos hemos apoyado.

ㅡLas extrañéㅡdijo Ryunji en el abrazo a lo que nosotras contestamos "Yo tambíen" "ya las queríamos ver" "siempre nos acordabamos de ustedes"

—Creo que ya deberíamos subir las cosas que tenemos poco tiempoㅡdijo Eunsoo preocupada.—¡el tiempo corre!

Después cada quien nos ayudó con una maleta y subimos escaleras hacia nuestro dormitorio.

Con solo entrar se notaba el ambiente feliz y dominguero, habían decorado el cuarto con algunos globos y frente al pequeño comedor que teníamos estaba un cartel con la palabra "Bienvenidas a casa" entonces sin poderlo evitar recordé mi primer día siendo trainee.

Recuerdo que había llegado casi muerta del viaje de diez horas, con lágrimas recién secas sobre mis mejillas y dolor de cabeza. Yo había abierto la puerta de mi dormitorio y me encontré con Seungna, ya habia organizado mi parte de la habitación. Desde ese día comenzamos a platicar y fue muy amable ayudándome en saber donde comer los primeros días de entrenamiento.

Slash ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora