Hoy era domingo, y que se suele hacer un domingo? Pues dormir hasta tarde, y estar en el sofá viendo una película o pasarme el día en frente del ordenador. Pero, si recordáis, como yo no tengo una vida normal, me tengo que levantar pronto para ir a las estúpidas clases de padres y hijos que mis padres me han apuntado sin ni siquiera pedir mi opinión.
-Noelia, venga! Vamos a llegar tarde- me llamó mi madre desde abajo. Bajé y nos metimos en el coche. Cogí mis auriculares y puse la música al máximo. Cuando el coche paró, pude ver una edificio de dos plantas, y en la puerta habían muchos adolescentes y padres.
Bajamos y mis padres se pusieron a hablar con otros padres.
Me acerqué a la pared del edificio y me apoyé mientras miraba mi redes sociales.
Alguien me quito lo auriculares de un tirón
-ey! Que haces?- me giré y vi a Michael - Michael? Que haces aquí?
-lo mismo que haces tu aquí- se colocó al lado mio- que escuchas
-nada- apagué la música que aún seguía sonando por los auriculares de fondo.
-quiénes son tus padres?- me señaló a un hombre grande y sonriente y a una mujer bajita que también sonreía- parecen buena gente
-son unos pesados, piensan que soy un antisocial que no me relaciono- reí y coloqué un mechón de pelo detrás de mi oreja
-no se parecen en nada a ti
-ya... Y quienes son los tuyos?- no sabía si decírselo. Intenté buscarlos entre toda esa gente, y cuando los encontré, los vi que venían furiosos hacia mi.
-joder- susurré. Michael me miró confuso.
Se acercaron y me cogieron fuertemente el brazo alejándome de Michael.
-que piensas que haces?- dijo mi madre cruzándose de brazos.
-estoy con un amigo- aclaré
-ya te lo dijimos, no queremos verte con ese chico- gritó mi padre. La gente se quedó mirándonos
-por favor, callaros, nos están mirando- supliqué. Me cogieron del brazo y me metieron en el coche- sois gilipollas?! Que me dejéis en paz. Me estaban cansando ya
-CALLA- Mi padre me dio un empujón y me metió en el coche. Por la ventana vi que se alejaban. Intenté abrir la puerta, pero habían cerrado. Empecé a llorar tapando mi cara con las manos. Parezco una cría. Odio mis padres.
Oí golpes en la ventana contraría a donde estaban el edificio. Era Michael
-hey! Noelia!- le ignore. Subí las piernas encima del asiento tapando mi cabeza entre ellas. Oí un golpe. Y segundos después la puerta se abrió.
-c-como lo has hecho?- dije asombrada
-se hacer muchas cosas- rió rascando su nuca. Se sentó al lado mio y me abrazó- esos idiotas eran tus padres- Asentí. Olía a vainilla. Le abracé más fuerte. Era el único que me podía ayudar en estos momentos- siempre te tengo que salvar- me despeinó con la mano. Reí- anda ven- me cogió de la mano y me sacó de ese coche. Empezamos a andar calle abajo
-tus padres se habrán enfadado
-no, tranquila, ya les he dicho lo ocurrido
-son buenos padres...
-no me puedo quejar. Pero son unos pesados
-y ahora donde vamos?
-ven, los demás han quedado en el parq- le abracé interrumpiendole
-gracias, me salvaste ayer de aquel hombre y ahora de mis padres- le abracé más fuerte. Noté que sus manos rodeaban mi cuerpo.
-tranquila, cualquier persona abría hecho lo mismo
-pero solo tu tuviste el valor de hacerlo, eres mi héroe - levanté el puño y puse la otra mano en mi cintura, tenia que cambiar la situación. Reí.
-bue-bueno vamos con los demás- andamos y llegamos al parque de siempre. Pude ver a lo lejos a Calum, Lottie, Luke y Ashton sentados.
-hola!- Saludé con la mano
-hey! Que hacéis aquí?- se levantó Lottie y me abrazó
-hoy me puedo quedar en tu casa a dormir- susurré en su oído. Ella asintió extrañada- gracias, he discutido con mis padres.