-hey!-. Salude con la mano a los chicos. Sus ojos se fueron a mi vestimenta- si, llevo uniforme-. Puse la mochila en el suelo y me senté encima de ella.
-oh que fina-. Dijo Luke riendo. Le miré extrañada- siempre te sientas en el suelo-. Mi madre me habia advertido de que como viera una mancha en el uniforme ya el primer día, moriría.
-no quiero mancharlo-. Contesté.
-hoy puedes venir a la tienda de mi padre? Vamos a volver a ir-. Asenti intentando reconocer a un chico que había a unos 500 metros de nosotros- Ellen?-. Calum golpeó mi hombro
-oh espera, ahora vengo-. Me levante y noté sus miradas confusas. Me dirigí a aquella persona que me resultaba familiar...
Diferencie su cabello largo y desordenado y negro, su estrecha, alta y fina figura, su dilatacion en una de sus orejas, y esa barba, que era la primera vez que veía, casi invisible. Me paré en seco. Y retrocedí lentamente. Se giro y soltó una bocanada de humo. Lanzó el cigarro al suelo y una sonrisa de lado se dibujó en su cara.
-Josh-. Susurré- que haces aquí?
-hola Ellen, cuanto tiempo-. Caminó hacia mi. Me giré y vi a los chicos levantarse y caminar hacia donde me encontraba.
-Ellen-. Le volví a oir.
-callate!-. Me giré firme y furiosa- que quieres? Por que has vuelto?-. Rio amargamente
-te quiero a ti
-pero porque?-. Me acerqué a él tensa
-Ellen sucede algo?-. Oí a voz risueña de Lottie. Me giré hacia ella y, cuando volvi a dirigir la mirada a Josh, ya no estaba, se había ido
-Josh, Josh, donde esta?-. Empecé a buscarlo con la vista dando vueltas sobre mi misma
-hey hey-. Michael me cogió de los hombro y me obligo a mirarle. Una lágrima de desesperación, no de miedo, recorría mi mejilla- que sucede? Quien era ese? Quien es Josh?
-yo, él...-. Empecé a temblar- tengo frío-. Balbucee. Michael se acercó a mi y me rodeo tiernamente con sus brazos. Junté mis manos en mi pecho y él colocó mi cabeza en su pecho.
-tranquila-. Susurró. Él no sabia quien era Josh ni de que se atrevía a hacer a cambio de algo que deseaba. Y yo, lamentablemente, si que lo sabia.
Me separé de él y me abroche el abrigo. Cogí mi mochila y me marché, tengo que hablar con él, no le tengo miedo, se que intentó hacerme daño, pero se que no me quiere matar, se que no quiere hacerme daño
Entre en casa y subí directamente a mi cuarto. Dejé la mochila sobre la cama y encendí el ordenador. Mi cara seria y fría no había desaparecido de mi. Recibí un mensaje
Lottie: que sucedió en el parque? Te encuentras bien? Contesta por favor
Yo: nada. Si estoy bien
Lottie: nos hemos preocupado
Yo: tranquilos, enserio, no es nada ;)
Tenia que parecer lo mas normal posible. Dejé el móvil sobre la mesita y inicié sesión en Facebook. Entré en el perfil del destinatario: Josh.
Abrí nueva conversación y cogí todo el aire que podía tener en mis pulmones. Que le digo? Escribi varias frases, pero las borré. Después de darle mil y una vueltas, escribí.
Yo: Josh, que quieres de mi? Porque te has ido sin avisar? Tenemos que hablar
Solté todo el aire y mi cabeza no paraba de dar vueltas. He sido muy desesperada? Entenderá el mensaje? Me contestara? Cerré el portátil y me fui al baño a darme una ducha caliente, se acercaba diciembre, y aunque aquí en Australia era verano, hoy era un día demasiado fresco. Siempre pasaba lo mismo, un día estas en shorts y tirantes y otro, con abrigo y bufanda. El tiempo anuncio que este invierno seria frío.
Envolví mi cuerpo en una toalla blanca y peine mi pelo un poco. Salí del baño y grité aterrorizada.
-Josh! Que haces aquí?!-. Había entrado por la ventaba. Me metí dentro del armario tapandome, no quería que me viese. Si, el era la peor persona en el mundo, pero seguía siendo jodidamente sexy. Cuando eramos novios era perfecto, atento, cariñoso, y de la noche a la mañana, empezó a ir a bares, fiestas, carreras, y me trataba como un objeto, como su puta, y yo, obviamente, no lo permití. Pero él no lo superó. Oí su risa y abrió la puerta.
-no querías hablar conmigo?-. Me enseño el mensaje que le había enviado en su móvil. Asenti.
-no te voy a hacer daño, no puedo-. Acaricio mi mejilla con su mano. Mis ojos se cruzaron con los sullos, pero rápidamente miré a otra dirección. No iba a volver a caer. Aparté su mano de mi y me alejé.
-no, largo, me has hecho mucho daño,casi me matas el otro día!-. Grité histérica- no te hagas el bueno ahora.
-nena, eso solo fue un aviso, te podía haber matado perfectamente, pero no lo hice, sabía que lo ibas a esquivar
-y si no llega a ser así, que?-. Cogí ropa interior y unos jeans rasgados con una camiseta de manga corta. El sol había vuelto a salir, y dentro de una hora hará calor.
-sabia que si que iba a ser así-. Rodé los ojos y me dirigí a baño a cambiarme, pero antes de entrar, me cogió de la mano y me dio una vuelta levantando un poco la toalla.
-te sigo amando,y quiero hacerte mía-. Le di una bofetada. Se llevó la mano al lugar del golpe y me devolvió el golpe- JAMÁS VUELVAS A HACER ESO, ENTIENDES? JAMÁS!-. Entre rápidamente al baño y puse en candado. Lágrimas inundaron mis ojos. Nunca había conocido a alguien tan bipolar en mi vida. Mi mejilla me ardía. Me miré al espejo. Mi mejilla estaba roja. Pero no me dolía, había recibido muchos golpes de parte de él. Mi cuerpo ya estaba acostumbrado a esos ataques.
Oí como la puerta se cerraba de golpe. Suerte que mis padres estaban trabajando. Aunque él eso ya lo sabia. Recuerdo que se sabía todos los horarios de trabajo de mis padres para venir a mi casa por sorpresa y besarnos hasta que nuestros labios ardiesen. Una vez intentó pasarse de la ralla, pero pude parar le a tiempo. Entonces se marchó y desde ese día, se volvió agresivo, oscuro, tóxico.
Me vestí y abrí la puerta un poco para ver si seguía ahí fuera. Nada. Salí de mi "castillo de defensa" y mis ojos se chocaron con una hoja encima de mi cama. La cogí y leí.
Recuerda, se todo de ti, se donde vives, tus gustos, lo que odias, y lo que amas. Si nena, conozco a todos tus amigos. Y como me enteré de que ellos saben de mi... No quieras saber de que soy capaz solo para que vuelvas a mis brazos pequeña.
No. Ellos no.