El Cazador continuó su travesía desde ''La Capilla Oedon''.
Observa como su nueva inquilina Adela ya llegó a la Capilla.
Antes de hablar con ella, va hacia el Thumerio para ver que tiene que comentar con respecto a ella.
''Ah, el cazador ¡Vivito y coleando, nada más y nada menos!.
Otra persona de las que mandaste ha llegado sana y salva.
Este lugar es un refugio para muchos... Gracias a ti.
Estoy... encantado, en serio, ¡Hasta me has alegrado el día!.
Supongo que ya no quedará nadie ahí fuera que merezca la pena salvar.
Pero has hecho lo que has podido, son tantos los que te deben mucho...
Eres increíble, en serio. No porque seas un cazador, sino porque eres tú.
...
Esto me hace pensar... Cuando amanezca, quizás pueda... Ya sabes, volver a empezar.
Hace que soportar esto sea más fácil, ¿Entiendes?.
Me has hecho la vida más fácil, Gracias.''
El cazador se dirige a hablar con Adella.
''Oh, valiente cazador. Estás vivo.
Muchísimas gracias.
En el pueblo reina el caos, pero todavía queda gente.
Esperamos juntos la ayuda de la Iglesia de la Sanación.
No pudo expresar la gratitud que siento hacia ti.
Lo único que puedo ofrecer...
Es mi propia sangre indigna.
Si basta...''
<0>:
Rechazala, ya te diré el porqué.El Cazador rechaza la Sangre de Adella y esta dice:
''Perdóname, Debería haberlo imaginado.
¿Para qué va a querer un cazador una sangre tan indigna como la mía?.
Por favor, olvida este asunto''.
<0>: ¿Recuerdas cuando te dije que la Sangre de la prostituta era extraña?.
Eso era porque está tratada por decirlo así de manera especial, y no artificialmente.
Sé muy bien que según tus estereotipos la Sangre de una Monja tiene más valor que la de una prostituta, pero esto es Yharnam amigo, Aquí no te puedes dejar llevar por las apariencias, sino, mira como acabaste con el Thumerio, al principio desconfiabas pero te diste cuenta que es una buena persona.
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Una Noche Interminable
FantasyNo recuerdo quien me contó sobre una ciudad, privada del mundo, escondida entre la niebla, un lugar donde tenían la cura para cualquier enfermedad por muy mortal que fuese, con ella el cáncer parecía una simple tos. Mi estado de salud era mortal, po...